¡Qué despadre!

Al reflexionar sobre el millón de padres que en México son "deudores alimentarios" imaginé a dos millones de infantes (mínimo) que batallan para que su progenitor desembolse para atender sus necesidades básicas de sustento; dicha cantidad sería el doble de la población del estado de Nayarit.                                           Claro que algunos progenitores (machos, varones, masculinos) Tienen más de dos criaturas con más de dos mujeres, y habrá quien sólo tenga uno, pero por ese único beybi, ya tiene su expediente.          

De esos padres, hay quienes ni siquiera han registrado al hijo, según los muy vivos, para no contraer obligaciones, pero el caso, es que las pruebas de ADENENE los inculpan, y por más que traten de sustraerse de sus obligaciones, algún día el brazo de la ley los alcanza.

¡Qué crisis padruna! ¡Qué tremendo asunto! Y eso sin contar con los que no han sido requeridos por la autoridad, porque las doñitas decidieron ser madres todo terreno, cuatro por cuatro, luchonas, aguantadores, me las trago ardiendo, y demás.

Aunque hay quienes no quieren perder el tiempo, porque el padre de sus retoños es un caso perdido; se la pasa borracho, en las drogas y otros vicios; no trabaja, se consigue mujeres que lo mantengan; ya tienen otra familia, y advirtieron que nomás podían hacerse cargo de los cuatro que tuvieron; dos del matrimonio anterior, y dos del actual; así que mejor ni le mueven.

Pensé en los niños y adolescentes, jóvenes (y jóvenas), pa que no digan que no soy inclusiva; que se quedaron sin padre porque murieron; y más crítica se pone la situación.

Al ver la autoridad que los deudores alimentarios se escapan cómo truchas enjabonadas, han resuelto aplicarles la quebradora, y aparte de que están en una lista negra que les impide acceder a cargos políticos o ser funcionarios, les cobrarán la pensión a los familiares; o sea abuelos y tíos paternos.

Además, se les impide salir del país; se les niega el trámite de credencial para votar, pasaporte y licencia de conducir; y para rematarla no se pueden casar si tienen antecedentes de esta naturaleza.