Jesús Bonilla Moreno, el gran maestro del arte nayarita
Francisco Samaniega
17 de Mayo de 2023
Jesús Bonilla Moreno nació en el año 1865 en la Ciudad de Puebla donde también se formó como artista.
Por 1890 inmigró a la ciudad de Tepic donde su presencia contribuyó al crecimiento y fomento de las artes visuales en el recién creado Territorio Federal de Tepic.
Dos años después producía numerosas obras, especialmente arte religioso, como las imágenes de Nuestra Señora del Refugio (Templo del Panteón), de San Isidro Labrador y, en el pórtico de la Catedral de Tepic, inició la pintura al temple de su más famosa obra: Visión del Apocalipsis, y conjunto religioso en donde también dejó plasmadas otras dos grandes obras tituladas Jesús echando a los mercaderes del templo y El Sueño de Jacob, hoy ocultas bajo la pintura de los muros del Sagrario de la Catedral.
Don Jesús Bonilla se trata, también, del autor de la primorosa Virgen de Guadalupe de El Pichón, el más importante santuario guadalupano de Tepic y su región.
Además, produjo bodegones en los cuales incluyó elementos locales como el perico o la jícama, dos elementos que identifican a esta región nayarita. Pero también plasmó el paisaje urbano, incluyendo su creación Las Lavanderas del Río Mololoa, en torno de nuestro histórico Puente de Puga o de Santa María.
El 31 de marzo de 1896, al ser concluida la torre norte de la Catedral de Tepic, también el maestro poblano Jesús Bonilla concluyó su extraordinario mural al temple, Visión del Apocalipsis, cubriendo en su totalidad una bóveda de unos doscientos metros cuadrados.
Hacia el año 1900 Jesús Bonilla, en su taller de Tepic, ya también impartía clases de pintura y dibujo a numerosas generaciones de tepiqueños que con los años sobresaldrían en las artes visuales, como Rafael Ponce de León y Carlos Stahl, o como el santiagueño Eduardo Cataño Wilhemy, pero también a señoritas que con el tiempo se convirtieron en profesoras de dibujo en escuelas de la ciudad, como Natalia Retes, Elvira Pérez, María del Pilar Ruiz y María Trinidad Cervantes, por sólo mencionar algunas, y que resultan pintoras pioneras en la producción regional de bodegones, paisaje urbano y arte religioso.
Para 1907, Jesús Bonilla participó en la decoración del ahora Teatro Porfirio Díaz en Tepic (antiguo Teatro Fernando Calderón como, finalmente, Teatro Amado Nervo), en el que sobresalía un hermoso telón con las nueve musas del arte.
Es por esa misma época y hasta por 1909 que la también pionera Herlinda Terán Fuentes (Tepic, 1896-1983), fue formada por él como la primera pintora comercial, haciendo por fin a un lado todas las “buenas costumbres” que, en esa época, negaban a las mujeres una vida profesional, máxime si éstas pretendían realizarse en el mundo del arte.
Ya por 1922 Jesús Bonilla es quien también realiza la decoración del altar mayor de la Catedral de Tepic, pintándole un mural total como fondo celeste a su escultura Patrona de Nuestra Señora de la Asunción a los Cielos, al cual logra darle la sensación de que la imagen vuela al infinito y, aunque años más tarde esta obra fue ocultada bajo una nueva capa de pintura, hoy nuevamente ha sido plasmada una nueva versión en homenaje a aquella.
Todavía para 1930 el primer rector del nuevo Instituto del Estado de Nayarit, el tapatío Agustín Yánez (luego famoso escritor, Gobernador de Jalisco y Secretario de Educación Pública Federal), invitó a este pintor poblano-tepiqueño Jesús Bonilla a integrarse como maestro de dibujo en esta noble institución educativa que perduró hasta 1935.
Así, precisamente el 17 de marzo de dicho año de 1935 falleció, en su Tepic de residencia y vida, el respetado maestro Jesús Bonilla.
Hoy, si uno de sus más estimados descendientes tepiqueños es nuestro reconocido periodista Óscar González Bonilla es, sobre todo, en su más famosa obra sita bajo el pórtico de nuestra Catedral de Tepic, Visión del Apocalipsis, en donde siguen causando asombro todo su arte y su labor pionera para la formación de nuestros actuales artistas plásticos
Aquí, en el Nayarit...
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