Las adicciones, gran flagelo de la humanidad

En una película de la llamada época del cine de oro mexicano en la que el actor Arturo de Córdova hace el papel de un alcohólico, pronuncia una frase contundente al decir: “una vez que empiezas a beber, ya nada es suficiente”; y claro que tenía y tiene mucha razón esta frase, pues quienes hemos caído en alguna forma en las garras del alcoholismo, la mayoría hemos comprobado lo fehaciente de lo dicho.

No por nada entre los beodos se han acuñado algunas frases que, si bien se podrían considerar nada más como dichos, también son muy veraces en cierto sentido, pues entre los del equipo se ha oído decir, por ejemplo: “viva el pedo, aunque la familia perezca”, “ando pedo y quiero más”; ¿y esto debido a qué? Pues precisamente por la razón que tenía y tiene la frase pronunciada por Arturo de Córdova en aquella película de cuyo título no he podido acordarme; pero la vi y la oí y, por lo mismo, se me grabó.

Sería algo parecido también como la frase aquella de quienes a pesar de haber acumulado ya muchas riquezas quieren más y más, pues mientras más tienen, más quieren; y así el alcohólico que, mientras más se embriaga quiere ingerir más alcohol hasta perder el conocimiento para, al volver a despertar querer seguir ingiriendo sus bebidas espirituosas.

Se informa que ahora con la vuelta a clases después de las vacaciones primaverales, comenzó el operativo en las escuelas por parte del gobierno federal del combate al consumo de las drogas y sus terribles efectos. Por lo que en la conferencia matutina que ofrece el presidente Andrés Manuel López Obrador, el doctor Hugo López-Gatell informó respecto a este nuevo programa gubernamental, en donde menciona, entre otras cosas que, existe la posibilidad de que la mayoría de las adicciones comienzan con el cigarro y el alcohol, que también son drogas, por supuesto; pero permitidas y, después de probar estas drogas se inicia el paso hacia otras más fuertes.

Está probado y comprobado que las bebidas alcohólicas, al igual que las drogas artificiales han demostrado ser más peligrosas en sus efectos y consecuencias que el daño que podrían generar las drogas naturales que por algo ofrece la misma Naturaleza, pues por algo se dan y no con afán de lucro por parte de la Madre Naturaleza; sin embargo, es precisamente el afán de lucro de muchos humanos lo que ha causado todo el desastre que ahora muchos nos lamentamos debido al incremento del consumo de todo tipo de drogas, en donde por desgracia prevalece más el consumo de drogas artificiales.

Debido a estudios serios ahora se sabe que no es cuento el que la mariguana contiene muchas propiedades medicinales, así como el peyote, la amapola, el opio, etcétera; sin embargo, son productos naturales que están prohibidos, no así el alcohol y el tabaco; aunque claro, por experiencia ya se sabe lo que genera todo tipo de prohibición, como cuando en los Estados Unidos se dio la prohibición de producir e ingerir bebidas alcohólicas, la llamada ley seca que dio origen a la aparición de las llamadas mafias que, poco a poco fueron incrementando sus ganancias y poder. Así que, si ahora se hiciera algo similar no nada más con el alcohol, sino hasta con el tabaco, de inmediato aparecería el mercado negro y, desde luego, el aumento en el consumo de estos productos.

Desde luego que es muy triste ver y saber de amigos, conocidos, compañeros de trabajo y familiares que cayeron en las garras del alcoholismo o de otras drogas y que, por lo mismo, ya no están con nosotros o están en la casa de la risa o recluidos en sus domicilios o en casas de rehabilitación; y si bien con algún signo de recuperación, muchas de las veces esta recuperación no se da ya en su totalidad al dejar estragos y secuelas muy severas tanto en el físico de estas personas como en su mente.

Se ha dicho consistentemente que el alcohólico no nada más se daña a sí mismo, sino que daña a su familia y su entorno tanto laboral como de amistades y sí; así que por lo mismo, quienes a pesar de haber dañado física y moralmente a su familia, aun así siguen recibiendo su apoyo al ingresarlo y visitarlo en algún centro de rehabilitación, los hay quienes sus familiares ya no quieren saber nada de ellos, lo que contribuye a que el enfermo de alcoholismo se suma más en su abatimiento creyendo que los culpables son los demás y no ellos mismos. Todo esto es muy triste y doloroso, por lo que ojalá y el programa contra las adicciones tenga éxito; poco o mucho, pues no hay peor lucha que la que no se hace.

Sea pues. Vale.