El que la hace, la paga prácticamente en forma similar
Sergio Mejía Cano
10 de Febrero de 2023
En el portal de internet de “elsoldeyanarit.mx”, en una nota de la redacción, aparece una nota que informa sobre que “Al menos ocho gatos son envenenados en Villas de la Cantera”; nota en sí preocupante, porque si bien se dice que para todo hay gente, para la mayoría de los seres humanos se nos hace increíble que haya gente que atente contra la vida de otras especies, así se consideren como dañinas.
Ahora fueron mininos; pero se ha documentado en otras ocasiones y en diversos medios informativos que han aparecido infinidad de perros también envenenados en algunas de las tantas colonias de la periferia de la ciudad de la capital nayarita.
Felinos y canes domésticos, para muchos de nosotros llegan a ser como parte de la familia, sobre todo los caninos de ambos sexos que, con su comportamiento nos han dado a entender a muchos de nosotros lo que es la lealtad, lo que no es ser rencorosos y, como se dice coloquialmente que los ojos son el reflejo del alma, y así haya quien diga que nadie tiene alma más que la especie humana, al mirar a los ojos de un perro o un gato, se ve claramente lo que es el afecto, confianza y el cariño que llegan a tener por la especie humana estas especies domésticas. Y, precisamente por como se comportan estas especies de canes y felinos es por lo que se deben de proteger en vez de aniquilarlos.
Cierta vez oí decir a una maestra en la secundaria, allá a mediados de los años 60 del siglo pasado, decir que los gatos eran seres universales que están aquí para protegernos y cuidarnos, que por eso en el antiguo Egipto eran venerados. Y esto de que nos cuidan y protegen podría ser muy cierto, pues según estudios, los mininos absorben las malas vibras, que ayudan a curar a los seres humanos y otras especies, pues quien tenga uno o más gatos en su casa, tal vez se haya dado cuenta que cuando alguien está enfermo, los gatos permanecen al lado de quien muestra algún rasgo de enfermedad o malestar en su organismo; que muchas de las veces se suben a la cama de una persona enferma y permanecen a su lado un buen rato.
Ahora con las redes sociales, se han subido videos o fotografías de algunas veterinarias en donde se ve que para curar a un can le arriman varios gatos para que permanezcan al lado del perro o perra mientras está en restablecimiento después de haber sido intervenido quirúrgicamente; esto se ha visto en videos que se dedican a rescatar a gatos y perros de la calle cuya situación es ya casi estar desahuciados o en muy mal estado por el abandono; sobre todo canes muy delgados, con enfermedades de la piel, lastimados por gente o por algún automóvil y dejado a media calle o a un lado de alguna vialidad, etcétera.
Pero también oí decir alguna vez a un adulto mayor decir que si alguien daña a un perro o a un gato, tal vez le llegue a pasar el mismo o parecido daño que le haya hecho a cualquiera de estos animales domésticos. Y esto es muy probable, ya que cierta vez, cuando un servidor era niño, al salir de casa a jugar con mis hermanos y amigos a la calle, estos estaban en un lote baldío haciendo bolita mirando algo hacia el suelo, al acercarme alcancé a mirar a uno de los niños levantar una piedra grande y lanzarla hacia abajo en donde estaba un gatito al que golpeó la piedra lanzada por aquel niño. El golpe fue tan brutal que le aplastó la cabeza al gatito; una imagen que jamás se me ha borrado de la mente y menos, porque me impactó tanto que de inmediato me hizo llorar amargamente. Esto pudo suceder allá como por 1959 o 1960.
A finales de la década de los años 70 o principio de los 80, este niño ya siendo un joven, circulaba en una motocicleta por una de las calles de la colonia del Fresno, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, cuando fue atropellado por un camión urbano. Según los testigos del hecho, el camión nada más había golpeado levemente a este muchacho haciéndolo caer al suelo; el camión detuvo su marcha y, cuando el muchacho se estaba levantando y sacudiéndose el polvo, el chofer del camión retrocedió en reversa y le echó el camión encima al muchacho pasándole las ruedas y aplastándole la cabeza. Murió en la misma forma del gato al que le había lanzado una piedra alguna vez cuando niño.
Desde luego que hay infinidad de casos en que se comprueba que gente que hace daño a un perro o un gato, la paga en forma casi similar, como a quienes les encantaba envenenar perros y gatos y fallecieron de males estomacales inexplicables; sin que los médicos les hayan encontrado causa o motivo.
Sea pues. Vale.
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