Crónica de un atraco legalizado

Por enésima vez lo volvieron a hacer, se volvieron a salir con la suya. La bancada mayoritaria de la Cámara de Diputados (léase el PRI) y sus secuaces de otras expresiones políticas volvieron a imponer su condición de mayoría avasallando a quienes con buena razones se opusieron a sus trapacerías.

El PRI de siempre, el que actúa con sumisión al ejecutivo cuando es de su partido, volvió a las andadas, aunque eso es un decir, porque la mayoría priista en el Congreso local no sabe conducirse de otro modo que obedeciendo ciegamente a quien consideran el primer priista del estado y su jefe máximo: el gobernador en turno, en este caso, Roberto Sandoval Castañeda. El poder legislativo demostró una vez más que no existe como un poder independiente porque el gobernador se asume como el Gran Legislador.

El asunto en esta ocasión consistió en que el Congreso “autorizó”al ejecutivo a vender los terrenos del ex estadio de beisbol con el propósito deliquidar la deuda que se tiene con la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), mismaque el ex gobernador Ney González heredó al actual gobierno del estado al desviar desde noviembre de 2010 y por el resto de su sexenio (incluido los primeros meses de Sandoval), lo recaudado por el impuesto destinado a la UAN.

En una acción relámpago, se pasó -inmediatamente después de su aprobación en reunión de comisiones- al pleno la Cámara para formalizar legalmente(aunque ilegítimamente) la “solicitud”,  o mejor dicho, la orden del ejecutivo. En efecto, las Comisiones Unidas de Hacienda y Cuenta Pública y de Administración y Políticas Públicas,aprobaron en primera instancia el dictamen que avala la iniciativa del gobernador de enajenar el mencionado terreno que mide 17 mil 140 metros cuadrados con el fin explícito de saldar la mencionada deuda. Para exponer los motivos del proyecto del gobernador, Gerardo Siller en su representación expuso lo siguiente: que Ney González dejó de pagar lo recaudado por el impuesto para la universidad desde noviembre de 2010 y todo el 2011, aunque trató de encubrir ese desvío diciendo que se dejó de pagar el “subsidio” para encubrir con esa ambigüedad de algún modo el asunto del desvío que evidencia un ilícito. Añadió que Sandoval heredó una deuda con la UAN de 126 millones de los cuales se han pagado 55 quedando pendientes 71, mismos que se piensa cubrir con la venta de dicho predio. Al principio, Siller dijo que se harían 2 avalúos comerciales y luego la convocatoria pública, de tal suerte que “cualquiera” de los presentes podría comprarlo (sic). Cuando el diputado Polo Domínguez les señaló enseguida que cómo podían afirmar que liquidarían la deuda con la UAN con la venta de ese predio si no sabían cuánto valía, milagrosamente presentaron los 2 avalúos que se suponen “iban a hacer”. Me supongo que si así son de “previsores”, la venta del terreno ya la tienen amarrada.

Pero hubo dos novedades respecto a otras medidas polémicas procesadas en comisiones y en el pleno de la Cámara de Diputados: la presencia de un nutrido grupo de dirigentes estudiantiles de la FEUAN, mismos que coparon la sala de comisiones mientras que otros de menor jerarquía se apostaba en el salón de plenos. La presencia de esta organización corporativa y antidemocrática que opera como un apéndice del PRI, fue con la intención de arropar la iniciativa del gobernador y ejercer presión sobre los diputados opositores. La otra novedad fue la actitud de los legisladores priistas que usualmente hacen mutis en los debates para irse directamente a avasallar a sus adversarios con su mayoría dócil, haciendo valer la razón dela fuerza sobre la fuerza de la razón. Ni el mismo Cristo redivivoes capaz de hacerlos cambiar de opinión cuando reciben consigna de su jefe máximo. Pero nadie crea que hicieron uso de la palabra para argumentar con seriedad a favor de su causa, sino más bien parecía una competencia entre ellos para quedar bien con el gobernador (para aprontar la nalga como se dice vulgarmente), al cual le encuentran virtudes que nadie en su sano juicio le ve por la sencilla razón que no las tiene. Los oradores en contra de la iniciativa del ejecutivo fueron como casi siempre Polo Domínguez del PAN y Miguel Ángel Arce Montiel del PRD, quienes luego repetirían en el pleno sus argumentos, los cuales retomaré enseguida.

El panista Polo Domínguez empezó por aclarar que si bien se opone a la venta del terreno del ex estadio de beisbol no significa que se oponga a que se cubra la deuda con la Universidad, “argumento” que usarían en su contra los priistas tratando de indicar falazmente que oponerse a que se pagará dicho endeudamiento con la mencionada venta era una actitud antiuniversitaria. Polo Domínguez al igual que Miguel Ángel Arce insistieron en era una falsedad establecer ese vínculo y que de cubrirse la deuda pendiente con la UAN con ese procedimiento significaría un doble atraco: por un lado, estarían protegiendo a Ney González con el manto de la impunidad y al mismo tiempo estarían despojando al pueblo de un patrimonio que no es del gobierno sino de la sociedad. Arce añadiría que este empecinamiento de los priistas implicaba admitir que si había existido desvío de recursos, a pesar de que hace una semana lo había negado tozudamente al oponerse a llevar al ex gobernador a un juicio político por saquear las arcas públicas. Por cierto, el diputado “independiente” Antonio Serrano, que actúo como defensor de oficio de los priistas, admitió este hecho sin inmutarse lo más mínimo por su actitud contradictoria, ya que había votado contra el juicio político. Se puede decir que de todos los defensores del doble atraco al pueblo, Serrano fue el más cínico porque tiene más habilidad verbal que sus congéneres del PRI (a pesar de su voz aguardentosa).

Arce y Polo subrayaron que no se tenía que sacrificar al pueblo para tapar las corruptelas de Ney González y sus funcionarios. Incluso, Polo argumentó con razón que había alternativas para hacer ese pago sin deshacerse de un espacio que podría servir como área verde. Dijo que el gobernador gastó en el 2012, la friolera de 164 millones de pesos en publicidad a razón de casi medio millón de pesos diarios (más que el mismo Ney que tenía una marcada patología narcisista en el culto a su personalidad). Agregó que la construcción de un Lienzo Charro que costaría 50 millones y que se está haciendo sin licitación alguna, no era una prioridad porque mientras hay 2 mil charros (sin contar los líderes de los sindicatos corporativos) en el estado, hay 25 mil estudiantes universitarios en la UAN. Arce Montiel por su parte preguntó qué hizo Sandoval con el refinanciamiento de 5 mil millones de pesos que el Congreso le autorizó al inicio de su gestión para solventar las deudas que dejó Ney González, entre ellas la de la UAN. Lamentó que se sigan perdiendo áreas verdes y espacios para la recreación y el deporte como sucedió con la cancha de fútbol de los taxistas y cómo se quiso hacer con la cancha de fútbol del Ejido o como se quiere hacer con los espacios deportivos de Puerta de la Laguna. Preguntó asimismo qué se hizo con el dinero que se autorizó para la Ciudad de las Artes.

Los priistas se plantaron tercamente en que la UAN necesitaba que se le repusiera en dinero que se le debía haciendo abstracción de las condiciones que permitieron que se generara esa deuda, omitiendo que hubo actos ilícitos del anterior gobernador y aduciendo puerilidades como que  el predio en cuestión es un lote que afea la ciudad, que “los bienes son para remediar los males”, y tonterías como esas, algunas francamente grotescas. Por lo demás, se envolvieron hipócritamente en la bandera de la Universidad como si fueran émulos de Juan Escutia, calificando de enemigos de la UAN a quienes se oponían a que se les pagara de ese modo, sabedores de que nadie se oponía al pago en sí, sino a su grosera pretensión de tapar las corruptelas de Ney y de perjudicar al pueblo despojándolo de su patrimonio. Alegaron que había que hacer las ideologías a un lado, pidieron como plañideras quenadie intentara sacar raja política, y en el colmo de la desfachatez llamaban a los diputados de oposición a votar con “responsabilidad” y los exhortaban a conducir con apego a la “verdad”, cuanto todos sabemos que ellos actúan por consigna y que son mitómanos redomados. Asimismo recurrieron al melodrama con posturas catastrofistas diciendo que si la UAN no recibía a la de ya ese dinero(“haiga sido como haiga sido”), ésta se “colapsaría” (sic). Arce Montiel les reviró que con su manía de plegarse a las instrucciones del gobernador  deshonraban al poder legislativo como un poder autónomo y que era necesario en consecuencia -con base en la Ley de Participación Ciudadana- convocar a la sociedad a una consulta pública para legitimar el proyecto del gobernador, una propuesta que por cierto es una arma que todavía los ciudadanos podemos utilizar para frenar el abuso del poder.

Mientras en el pleno los diputados debatían (si es que se puede llamar debate a la confrontación entre razones y sinrazones), la FEUAN celebraba con aplausos los discursos huecos, mentirosos e irracionales de los priistas. Parecía que en un alarde de pragmatismo extremo la consigna era obtener el dinero de la UAN a costa de lo que sea. Para ellos, el fin justificaba los medios y no les importaba que con la propuesta del gobernador se estuviera tapando la corrupción de Ney González a quien nunca se atrevieron a exigir que  les entregara los recursos recaudados para la UAN, como tampoco les importaba que la ciudad perdiera un espacio emblemático. Me preocupa que estos jóvenes se presten a ser comparsas del poder, que actúen sin ética y de manera acrítica, que se vendan como prostitutas por mantener sus becas y por las promesas de empleo en la UAN. Lo peor es que estos jóvenes que se dejaron conducir como rebaño sin mostrar la dignidad necesaria, serán la clase política del mañana reproduciendo los esquemas de c
orrupción y de antidemocracia.

Con esto se cierra otro capítulo ignominioso donde una camarilla de rufianes estafa al pueblo. Sólo espero que al mismo tiempo se abra otro capítulo de dignidad donde la gente asuma su condición de ciudadanos abandonando la actitud de súbditos.