Después de un buen taco, un buen tabaco

Pues vaya polémica que ha levantado la ley antitabaquismo que entró en vigor este pasado 15 de enero. Ahora se dice que hay descontento en cierta parte del sector empresarial por lo que ya están viendo la posibilidad de interponer amparos al respecto por considerar esta ley muy fuera de orden en cuanto a las prohibiciones que establece, como el de eliminar por completo los espacios para fumadores en restaurantes y la exhibición de las cajetillas en los lugares de venta.

Está bien que se haga algo a favor de la salud, que se impida fumar en espacios cerrados y de aglomeración de gente en lugares públicos, así sean abiertos; sin embargo, el hecho de prohibir fumar en parques y jardines, así como en las playas, pues como que sí le da un aire dictatorial a esta medida, pues en parques y jardines está el follaje que produce oxígeno y que se entiende acapara el humo que salga de la boca de los fumadores y en las playas, pues como que si es algo fuera de lo normal ya que a la orilla del Mar llegan corrientes de aire y brisa que hacen que esas emisiones de humo de tabaco se disperse pronto en la atmósfera.

En cuanto al hecho de que el que no se exhiban las cajetillas de cigarrillos a la venta tanto en los centros comerciales como en estanquillos de barrio, pues como que en sí no afectará tal y como señalan algunos de estos empresarios que se oponen a esta nueva ley, ya que si bien no se exhiben las cajetillas, por lo regular los clientes son habituales y ya saben que, aunque no se vean los paquetes de cigarros saben que de todos modos se venden, igual en una tienda de abarrotes de barrio, en donde quienes compran cigarrillos pueden preguntar si hay de determinada marca, así que en este caso no podría haber problema alguno. Pero tal vez de lo que se trate es hacer más ruido y a ver qué sale.

Lo que sí podría incomodar a muchos fumadores es que no se pueda disfrutar de un cigarrillo después de engullir los sagrados alimentos en un restaurante o fonda, pues si no existe área para fumadores, mucha gente salía a la calle a disfrutar de su cigarrillo aplicando aquello de “después de un buen taco, un buen tabaco” o al ir pasando por un parque o jardín, detenerse a fumar plácidamente aprovechando que está al aire libre y así no molestará a alguien más a su alrededor buscando en dónde podría estar más aislado.

Ahora, según esta nueva ley antitabaquismo ni en los hoteles se podrá fumar; y si bien no se especifica de bien a bien si nada más en los restaurantes de los hoteles no se podrá fumar, no se dice si también quedará prohibido fumar en el área de albercas y hasta en los mismos cuartos donde se alojen los huéspedes, porque de ser así pues como que estaría del cocol debido a que muchas personas después de enterarse de esta ley, suponen que ahora nada más se podrá fumar en casa, por lo que considerando que un cuarto de hotel vendría a ser una extensión momentánea del domicilio de los huéspedes, se supone que dentro de los cuartos de los hoteles no podría prohibirse el fumar siempre y cuando no haya niños al interior del cuarto de hotel o salir al balcón, en caso de que haya en ese cuarto.

Esta prohibición para no fumar abarca también los salones de eventos sociales, por lo que los fumadores asisten a un salón a disfrutar de un festejo de una quinceañera, una boda y un bautismo, así sea un salón con jardines, tampoco podrá disfrutar de un pitillo así se aparte de donde haya gente que posiblemente le afecte o incomode el humo de cigarrillos.

Con la ley anterior en restaurantes o cafés se establecieron áreas para fumadores en lugares abiertos o apartados de otros comensales; sin embargo, a propósito de los establecimientos de café, una de las costumbres más arraigadas era disfrutar del aromático con un cigarrillo; pero al quedar prohibido el fumar, pues entonces no se podrá disfrutar de un café acompañado de su respectivo cigarrillo.

Queda claro que el cigarrillo hace mucho daño a la salud; pero más daño hacen las emisiones de los vehículos automotrices, pues bien podrían encerrar a una persona en un cuarto cerrado y estarle echando humo de tabaco quemado durante un buen tiempo y salir viva de ese cuarto. Sin embargo, si a otra persona la encerraran en un cuarto cerrado y le aventaran la emisión de un vehículo automotriz, probablemente en 30 o 45 minutos ya estaría muerta esa persona.

De todos modos, sea como sea, la lucha por el bien de la salud siempre será bienvenida, el problema es que se debería de revisar más a fondo.

Sea pues. Vale.