Un solo gobierno, demasiados rumbos
Alfredo Padilla
10 de Enero de 2023
El año 2022 terminó con grandes interrogantes que, probablemente se irán respondiendo a lo largo del presente 2023 - dependiendo sin duda de cuantía de oficio y voluntad políticas-, a partir principalmente de cierta asincronía en materia de gobernanza, que aunque si bien el Mandatario nayarita Miguel Ángel Navarro Quintero, ha depositado un empeño importante en avanzar en coordinación con los ayuntamientos y el Congreso local, parece que tal objetivo no se alcanza a entender a cabalidad en tiempo, circunstancias y eficacia en lo que concierne a respuestas por parte de integrantes de la estructura de cada cual; por poner un ejemplo: los ayuntamientos de Bahía de Banderas y Tepic.
Dicha situación, ha generado tanto en medios de comunicación como propia ciudadanía un cierto grado de desconcierto, e incluso dificultad para captar el rumbo en función de los planes delineados y previamente dados a conocer tocante de la operatividad correspondiente. Ello, en parte se pudo observar asimismo en las reacciones que se desprendieron en momentos coyunturales del conflicto entre el Gobierno del Estado y representaciones sindicales, toda vez que cuando el gobernador se pronunció en pro de una nueva etapa de trato y beneficio directo con los trabajadores, al margen de los tradicionales intermediarismos e irregularidades de liderazgos, la presidenta del Congreso Alba Cristal Espinoza, efectuó reuniones precisamente con líderes y representantes con miras a establecer consensos, y desde ahí procurar una salida sin costo político alguno, tras la aprobación al poco tiempo de la Ley de Derechos y Justicia Laboral de los Trabajadores al Servicio del Estado. De igual forma por su parte, la presidenta municipal de Bahía de Banderas Mirtha Villarvazo, ha diferido en su momento con el Ejecutivo, como cuando se consumó la nomenclatura “Nuevo Nayarit”.
Al no comprenderse pues la importancia de la coordinación entre poderes -que no merma de autonomía ni verticalidad- es la sociedad la que resiente con mayor peso los efectos a través de una decreciente respuesta a sus demandas, y en este marco se vuelve pasto para la difusión masiva y exponenciada de historias grises, fricciones y conflictos, e incluso de disputas con tintes futuristas de cara a las siguientes elecciones, como según se ha expuesto por no pocas voces expertas, el supuesto diferendo ‘político’ entre la diputada Alba Cristal y la alcaldesa capitalina Geraldine Ponce, en la carrera por ganar terreno de cara a la todavía lejana sucesión gubernamental.
Por ello, esperemos que la paz, la unidad, la estabilidad política y el ejercicio de gobierno que conjunta esfuerzos y voluntades, a los que tanto ha apelado el gobernador Miguel Ángel Navarro, lleguen a comprenderse por todos los actores involucrados, teniendo en claro que si cada quien “lleva agua para su molino”, el que se queda sin agua es el pueblo, y en un entorno de justicia social, que es lo que finalmente se persigue para desarrollo integral de los nayaritas, no tiene razón de ser.
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