Al magisterio de la sección 49 se les deben dos bonos en forma retroactiva
Sergio Mejía Cano
18 de Octubre de 2022
En una plática informal que sostenía con un amigo, referente a algunas negligencias médicas que se han dado y documentado, le comenté a mi amigo que aún así, mi admiración y respeto no cedía hacia el personal médico y de enfermería y, también sobre el magisterio, porque si bien no están todos los que son ni son todos los que están, la mayoría de quienes integran estos rubros, son admirables por el sacrificio que significa su carrera en bien, tanto de la salud como de la enseñanza-educación.
En esto estábamos, cuando se aproximó un señor que, al verlo mi amigo, me dijo que precisamente esa persona que se acercaba era maestro de escuela primaria; el hombre se acercó y saludó a mi amigo quien me presentó a su conocido.
Mi amigo le dijo a su conocido que un servidor admiraba al magisterio, lo que agradeció el conocido de mi amigo a quien me dirigí diciéndole profesor; sin embargo, mi amigo me confirmó que su conocido sí era maestro, esto debido a que anteriormente en otra plática, le había comentado a mi amigo que no todos los profesores eran maestros, sino nada más quienes tenían alguna maestría. Así que el conocido de mi amigo me afirmó que él sí era maestro porque tenía la maestría en educación primaria y que estaba por ingresar a un doctorado sobre el mismo tema y, en cierta forma me dio la razón al decirme que maestros eran quienes tenían una maestría; aunque por lo regular, así se les llamaba a todos los profesores de ambos sexos, tuviesen o no alguna maestría.
Ya en confianza con la plática, le pregunté a ese conocido de mi amigo que qué tal su ambiente laboral, a lo que me respondió que todo estaba bien, que trabajaba a gusto impartiendo sus clases en el tercer grado de primaria; pero que había por el momento cierto descontento entre sus compañeros pertenecientes a la sección 49 del Sindicato Nacional de Trabajadores al Servicio de la Educación (SNTE), debido a que se les adeudaban dos bonos salariales que eran de forma retroactiva, uno por aumento salarial y otro por rezonificación y, que lo que se les hacía raro a sus compañeros y a él, era que estaban enterados de que los recursos para el pago ya estaban liberados por el gobierno del estado; pero que por alguna razón que se desconocía, la dirigencia sindical estaba reteniendo ese pago retroactivo.
En cuanto al pago de sus salarios, el conocido comentó que todo estaba bien, que sus quincenas de pago llegaban perfectamente; pero que el problema que enfrentaban hoy en día y ya desde hace tiempo, era precisamente el pago de esos dos bonos y más, debido a cuando se supo que los recursos ya estaban en manos de la dirigencia sindical y que no les haya llegado directamente, tal y como se ha dicho por el actual Gobierno Federal, de que los recursos no se entregarían con intermediarios, sino en forma directa a quienes estaban dirigidos.
Por curiosidad le pregunté a ese conocido por qué no hacían una marcha de protesta para exigir el pago de sus bonos, a lo que me respondió el maestro que sus dirigentes sindicales en alguna forma los habían amagado o advertido, porque la dirigencia sindical de la sección 49 del SNTE, les había dicho que si hacían una marcha o un plantón serían dados de baja, que les quitarían sus plazas y bases y se quedarían fuera del magisterio.
Esto obviamente me llamó la atención, por lo que le dije a este maestro que las marchas y plantones de protesta estaban protegidos por la Constitución Política de nuestro país, que estaban en todo su derecho para exigir lo que se les debe. Pues sí, fue la respuesta del maestro; pero para qué arriesgarse, pues no vaya siendo y nos quedemos sin trabajo. Bueno, continué, entonces por qué no escribir una carta a la dirigencia nacional del SNTE o a la misma Presidencia de la República o hacer ruido de algún modo; pero el maestro respondió que los tenían bien monitoreados y porque la dirigencia sindical recibía órdenes de alguien más al que no se le veía la cara, pero que intuían quién era, pues el caciquismo magisterial no termina por desaparecer y aún hay personas con cierto poder que manejan bien los hilos del SNTE estatal y que mejor esperarían mejores tiempos y esperar de algún modo, porque si bien recibieron su pago a pesar de que se interrumpieron las clases presenciales debido a la pandemia, de todos modos
muchos de los maestros se vieron afectados en sus finanzas por otros motivos familiares y, era preferible conservar sus bases y plazas, por lo que calladitos se veían más bonitos, y ni modo.
Sea pues. Vale.
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