José Luis Sánchez González, un luchador social

El luchador social José Luis Sánchez González, compartió el pan y la sal con la Unión de Columnistas y Articulistas de Nayarit (UCAN), que preside el licenciado Ezequiel Parra Altamirano, en donde el señor Sánchez González dio a conocer su amplia trayectoria luchando en bien de los que menos tienen, tanto en Nayarit como ahora en el estado de Jalisco.

José Luis Sánchez, es licenciado en Derecho, en Administración de Empresas y en Contaduría; sin embargo, su vida ha transcurrido más como luchador social. Inició su vida política desde muy joven conformando un partido político en Nayarit que se denominó Frente de Acción Patriótica, que obtuvo su registro; pero que lo perdió al no obtener los votos requeridos para mantenerse en vigor. 

En Nayarit fue diputado local en el sexenio del entonces gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza (1993-1999), con quien tuvo severas diferencias por sus posturas en cuanto a su actuar político; diferencias políticas que molestaron al entonces gobernador, que Sánchez González tuvo que salir del estado de Nayarit, después de haber sido desaforado y despojado de su diputación; sin embargo, se podría decir que con esto se cumplió aquello de que “no hay mal que por bien no venga”, pues en el estado de Jalisco, reemprendió su carrera política, logrando establecerse y siendo bien recibido por los políticos de aquella entidad con pensamientos de izquierda, tal  como se ha definido el mismo José Luis Sánchez: ser un pensador de izquierda desde siempre, pensamiento que se consolidó desde que empezó a ver desde su temprana juventud las injusticias que se cometían en contra de los más desposeídos, injusticias como abusos de despojos de tierra, maltratos y, paradójicamente, falta de vivienda de muchas familias.

Pero a pesar de haber sido prácticamente desterrado de Nayarit en aquellos años de la gubernatura de Ochoa Zaragoza y haber retomado su vida política en jalisco, jamás ha olvidado a Nayarit, pues una vez que terminó el gobierno de Rigoberto Ochoa, volvió a Nayarit, para conformar la lucha por la vivienda de esas familias que, debido a su estatus social no pueden adquirir una vivienda fácilmente y, desde luego, por no estar inscritos al INFONAVIT, por lo que contribuyó a que muchas familias en Tepic, llegaran a tener su propia vivienda, ya que ayudó a fundar colonias como Las Conchas y otras más.

Comenta Sánchez González que, precisamente la falta de vivienda de muchas familias en Nayarit, se debe precisamente a que ya hace más de 20 años no ha habido un programa de vivienda por parte de ningún gobierno ni estatal ni municipal, pues es una ausencia de vivienda a la que no se le ha puesto la atención debida y, si bien la capital nayarita ha crecido considerablemente, en sí lo ha hecho, ha sido en forma por demás anárquica, sin ton ni son, en zonas en donde el terreno no es apropiado para vivienda y prácticamente sin rutas de acceso rápidas y directas.

Así que, una vez concluido el sexenio de Ochoa Zaragoza, José Luis Sánchez volvió a Nayarit, pues aquí están sus raíces familiares, sobre todo en el municipio de Ixtlán, del Río, al sur de la entidad. Por lo que ya en el sexenio siguiente al de Ochoa Zaragoza, siendo su sucesor Celso Humberto Delgado Ramírez, Sánchez González y familias que protestaban por servicios en las colonias a las que les hacían falta, recuerda muy bien haber sido víctimas de una represión, una represión gubernamental de la que recuerda muy bien el día, que fue un 18 de agosto, aunque no recuerda de cuál año; pero que la represión se dio precisamente debido a que por el lugar en donde tenían su plantón de protesta, pasaría un contingente priista de apoyo al entonces gobernador; y si bien, trataron de convencerlos para que se quitaran y dejaran paso libre a ese contingente de priistas, no habría problema; pero que, si no se quitaban, con todo y pena pasarían encima de ellos, de quienes protestaban.

Sánchez González les respondió a los emisarios gubernamentales que era fácil hacerlos quitar de ese plantón de protesta, pues nada más tenían que cumplir con las peticiones de recibir los servicios de agua, drenaje y luz en las colonias que habitaban esas familias. La respuesta fue que sus peticiones no serían atendidas y que de una forma u otra el contingente priista pasaría por ese lugar.

Al ver la decisión gubernamental, lo único que hizo Sánchez González, fue proteger a mujeres, niños y ancianos haciéndolos retirar y así resistir el embate por la parte de aquel gobierno.

Sea pues. Vale.