Los 490 años de mi amado Tepic

Dice la Wikipedia que hay varias teorías que dan origen al nombre de la ciudad de Tepic: “El origen de la denominación no está precisamente definido, existiendo diferentes teorías acerca de su significado. Un significado propuesto indica que la palabra Tepic proviene del náhuatl, formada por vocablos tetl (piedra) y picqui (cosa maciza), "lugar de piedras macizas". Otros autores opinan que proviene del nombre primitivo Tepeca, que significa "Lugar muy poblado"; también se dice que se deriva de Tepictli, una variedad de maíz local y que significa "Tierra del Maíz".

Este 25 de julio conmemoramos los 490 años de su fundación hispánica. Nuestra capital ya había sido poblada con anterioridad por pueblos originarios, y tenía su nombre genuino y llano que hemos citado al inicio de esta charla; sin embargo, a la llegada de los españoles y de fundar aquí la capital de la Nueva Galicia, estos decidieron nombrarla Santiago de Compostela.

Desde entonces a la fecha, Tepic ha sufrido los embates del tiempo, de los cuales ha intentado salir decorosamente: Entre los gobernantes que haciendo gala de sus ocurrencias han cambiado nombres de calles, de sitios públicos e incluso de nuevos puntos de interés, la gente que vino de fuera a asentarse aquí y que en el mejor de los casos, se han sentido “adoptados” y buscan mejorarla, hasta quienes han modificado tanto nuestros usos y costumbres que hay puntos donde de plano, parece que estamos viviendo en el sur del país.

Su crecimiento desordenado sorprende a propios y extraños. Hace no mucho, todavía unos cuantos años, no había asentamientos humanos en la zona de Las Canteras, no había colonias tan cerca de la cabecera municipal de Xalisco, casas muy escasas para el rumbo de El Aguacate y otras poblaciones como Lo de Lamedo, El Trapichillo y El Pichón, que quedaban lejos, muy lejos de la mancha urbana.

Otra polémica desatada es el Molino de Menchaca, máxima factoría que antes, décadas muchas atrás, quedó instalado a las afueras de la capital nayarita y ahora, resulta que está técnicamente en el centro de la ciudad y que por ende es blanco de críticas y añoranzas, claro, añoranza de que lo saquen del corazón tepicense por la contaminación que genera, cosa que sinceramente parece imposible.

Aunque se alega que Tepic es una ciudad sin pies ni cabeza, es de destacar que aún conserva edificios de gran valor histórico, que se han hecho algunos esfuerzos por preservarlos y mejor todavía, en los últimos tiempos se trabaja por devolverle un poco de la identidad perdida entre tantas administraciones que no supieron sacar provecho de su origen.

Es una ciudad pequeña, de menos de 500 mil habitantes abarcando también la población de Xalisco, el municipio conurbado; algunas calles y avenidas pavimentadas nos dan acceso al centro “histérico”, que nos recibe con baches, vendedores ambulantes, encharcamientos de aguas sucias y fétidos olores de los drenajes sanitarios, demasiados automóviles y camiones en circulación, pero, ¿saben qué?

También nos reciben las torres de estilo neogótico de nuestra Catedral; la Plaza de Armas, testigo mudo de actos revolucionarios (de 1910 y de las mujeres en protesta), con unas frescas y siempre bien recordadas Alameda y parque La Loma, con el caudal del Mololoa y las albercas Acayapan, con la reciente “zona rosa” de avenida Jacarandas y tanta nueva placita para el esparcimiento juvenil y familiar…

Nos recibe el mito de los pasadizos secretos de la Cruz de Zacate, con el campus de la Universidad Autónoma de Nayarit, origen y destino de verdaderos profesionales y científicos, de deportistas que son orgullo de nuestra gente. Nos abraza el calor de los veranos, pero siempre el viento fresco que corre por Avenida México, el tradicional silbido de la zafra cañera, los imponentes San Juan y Sangangüey, y el portal que representa la autopista hacia San Blas, paraíso de las playas más hermosas de nuestro país.

Somos herederos de la tierra de Nervo y Escutia, de Chumacero y Gamboa, aficionados de Ramírez, Espinoza y Bernal, apasionados de las voces de Rosenda, Guido, Alma Rocío y muchos más, prolíficos productores de frutas, verduras y hortalizas, la capital de la añorada “Costa de Oro”, la tierra de nuestros padres.

Dice la Wikipedia que Tepic se encuentra en las siguientes coordenadas: 

21°30′N 104°54′O. Yo digo que Tepic siempre estará en mi corazón.