Nayaritas del centenario

“Llegué a la comunidad de Villa Juárez contratado por familiares que iban a poner un negocio allá. Era una paletería donde trabajé aproximadamente dos años y medio, hacía de todo, era el mozo pero llegó el momento en que me dejaron de encargado. Estando allí tuve la oportunidad de tomar una plaza de escuela y acepté. Entonces empecé a trabajar como maestro rural en Villa Juárez, yo tenía la preparación hasta sexto de primaria y unos veintidós años. Tuve la fortuna de trabajar en el Ensayo Piloto Mexicano de Educación Básica asimilando la doctrina pedagógica derivada de la Escuela Rural Mexicana. El ensayo atiende cinco áreas básicas para el desarrollo rural: el aspecto económico, la salud, la dignificación de la familia, los elementos básicos de la comunidad y sanas recreaciones. La Escuela Rural tiene la finalidad de hacer llegar el ABC a los lugares más apartados, a donde no hay servicios urbanos como en los centros de población. Gracias a eso me titulé como maestro de primaria ya sabiendo yo algunas cosas antes en la práctica. Fui maestro durante cincuenta y tres años. Obtuve una beca por el gobierno del estado y la UNESCO y me fui a estudiar a Pátzcuaro, Michoacán, y regresé al Ensayo ya en un carácter de personal del mismo. El proyecto terminó en el sesenta y uno y sirvió como ejemplo para otros países. Entonces yo me reintegro al servicio y fui comisionado para atender la escuela de Mora, pero ya como director para promover actividades de carácter curricular y de desarrollo. Pasé como director a la escuela de San Cayetano pero luego me comisionaron como personal técnico en el Centro Estatal de Educación de Nayarit, que funcionó varios años; ahí desarrollamos actividades y conocimientos sobre el trabajo y la metodología para enseñar a leer y escribir, los métodos más modernos que se conocían en la época de los sesenta. Luego fui llamado a la Dirección Federal de Educación como delegado de estadística educativa en el ramo federal, ahí trabajé varios años y se me comisionó como supervisor escolar en Ahuacatlán

. Tenía a mi cargo veintiocho escuelas, unas muy distantes, otras en la sierra, algunas en Amatlán y otra parte en el municipio de Santa María del Oro. Estuve como supervisor en la zona rural con cabecera en el Jicote. En ocasiones podía entrar en vehículo a las escuelas y en otras sólo a caballo o a pie. De ahí pasé a ser supervisor escolar de la cabecera aquí en Tepic, la número uno, ya andaba cincuenteando. Hicimos un modelo para los honores a la bandera y según la fecha yo llevaba recortitos con notas sobre las efemérides del estado para que se enriquecieran, empezaron a gustar. A partir de ese trabajo nació uno de mis libros que ahora está agotado. Me invitaron a concursar en los Juegos Florales del Magisterio y llevé un trabajo sobre el papel social del maestro;,en Colima obtuve el primer lugar con medalla de oro de la etapa regional y en Veracruz obtuve el segundo lugar nacional. Ahora estoy jubilado, he estado participando en el grupo de cronistas y estoy por terminar el segundo libro de mi tierra.”

José Luis Valera, 93 años
Profesor y promotor social 
Él es #nayaritadelcentenario