Indignación en La Luz del Mundo y en parte de la población; pero por diferentes razones

Como reguero de pólvora ha corrido entre gran parte de la población mexicana y, posiblemente de otras nacionalidades, la indignación por la sentencia de tan solo 16 años y ocho meses de prisión  puesta al autodenominado “apóstol de Jesucristo”, Nasón Joaquín García, pastor de la Iglesia La Luz del Mundo, pues de acuerdo a infinidad de testimonios y voces, merecía más, posiblemente  hasta cadena perpetua; pero como dijo el juez que lo sentenció: se llegó a un acuerdo con la fiscalía de los Estados Unidos.

Pero ahora sí, tal y como dijo el clásico mexicano: “haiga sido como haiga sido”, con el simple hecho de haberse declarado como culpable de al menos tres violaciones a menores de edad, sí que merecía una pena mayor a la impuesta, ya que, con una sola violación que haya confesado, tendría para eso y más; sin embargo, queda claro que la justicia no es tal y como la concebimos muchos, sino que por lo visto, siempre está al mejor postor.

Lo peor del caso es que, aún hay feligreses de la Luz del Mundo que siguen creyendo que su pastor espiritual es inocente y de que todo ha sido una trampa para desprestigiarlo.

Tengo un compañero ferroviario ya pensionado que, de toda la vida él y su familia han pertenecido a esta Iglesia. Cuando se dio a conocer su captura, este pensionado ferroviario se indignó de tal manera que de inmediato comenzó a arengar a varios de sus congéneres a hacer marchas de protestas e incluso hasta plantones en donde fuera para que liberaran de inmediato al apóstol Nasón Joaquín García; pero al parecer no tuvo poder de convocatoria o alguien de la congregación le ordenó que se calmara, que dejara todo al tiempo. Y tal vez así pasó, porque después lo llegué a ver muy calmado y, cuando me lo encontraba y le tocaba el tema, me decía que después hablaríamos, que seguía creyendo en la inocencia de su pastor; y fin de la plática, cambiaba el tema.

Coincidentemente lo encontré antier que se supo la sentencia. Y le pregunté qué opinaba al respecto, me respondió que eso era una canallada, que lo habían obligado, porque hay muchos intereses de por medio. Y al preguntarle el porqué no había bajado una corte celestial a defenderlo y decirle a los fiscales gringos que no hubo ninguna violación, sino que sus actos cometidos eran más bien una bendición y purificación, no supo qué responder, se quedó callado y meditando. E insistí diciéndole que era algo parecido a lo hecho por el sacerdote michoacano Marcial Maciel, cuando les ordenaba a los novicios seminaristas que pasaran a “la enfermería” para sacarles el Demonio que llevaban dentro. Así que Nasón Joaquín, dentro de su demencia, probablemente al violar a menores de edad y gente más mayor, creía que por mandato divino estaba purificando a esos seres y apartándolos del mal. Obviamente que mi compañero pensionado del ferrocarril se disgustó y ya no quiso platicar más.

Los tres pastores principales que ha tenido La Luz del Mundo y que son: Aarón Joaquín González; pero cuyo nombre verdadero era Eusebio, que cambio gracias a una revelación divina, le siguió en el cargo su hijo Samuel y, ahora heredó el trono el nieto del fundador que es, precisamente Nasón.

Quienes somos oriundos de Guadalajara, Jalisco, y que nacimos a mediados del pasado siglo XX, desde niños oímos hablar a nuestros mayores respecto a las tropelías que supuestamente cometía el llamado “Padre Aarón”, y que era de armas tomar, pues había sido militar o había participado en la Revolución Mexicana y se había visto envuelto en la guerra cristera. Y se corrían los rumores de que varios padres de familia lo habían retado, indignados por exigirles Aarón a que sus hijas o esposas durmieran con él, porque así lo había soñado y era un mandato divino; aunque hubo padres de familia cegados por la fe o tal vez por el miedo que, se decía, aceptaban sin chistar los caprichos del Padre Aarón. 

Así que tal vez, su hijo Samuel, para evitar estos enfrentamientos, al seguir las mismas prácticas de su progenitor, conformó un grupo de choque para aplacar y hacer entrar en razón a los disidentes. Se ha dicho que conformó grupos de protección en que más parecía un jefe de la mafia que un pastor de la Iglesia que había formado su papá, pues su grupo de guardaespaldas no se apartaba de él ni un instante.

Sin embargo, al parecer Nasón Joaquín García, nieto del fundador no supo hacer bien las cosas, debió haber cometido un error o se cayó del mecate de alguien y está pagando las consecuencias; pero no como debiera ser.

Sea pues. Vale.