Se necesita una verdadera capacitación a los cuerpos policíacos; pero en leyes
Sergio Mejía Cano
24 de Mayo de 2022
Anteriormente, por medio de los correos electrónicos llegaban videos de diversa índole. Hoy con las redes sociales ya en todo su apogeo, se ha hecho costumbre que en estas se difundan videos que muestran el acontecer cotidiano tanto de política, de arte, cultura, negligencias médicas, juicios, etcétera; pero sobre todo, resaltan los videos sobre supuestos abusos policíacos y a veces muy explícitos sin nada de supuestos, de prepotencia implícita en el comportamiento de los integrantes de las diversas corporaciones policíacas y hasta de las fuerzas federales; aunque de estas últimas, ya casi no se han difundido.
Tal vez a muchos mandos policiales se les haga más fácil poner retenes en diversos puntos de sus ciudades o poblaciones, que hacer trabajos de investigación e inteligencia, pues posiblemente así se evitan la fatiga de la investigación y todo lo que esto conlleva. Sin embargo, el hecho de poner retenes sería algo así como un mal pescador que arroja la red sin investigar primero en dónde está el cardumen nada más para ver qué cae en su red y, si tiene suerte, a la mejor captura a un pez un poco considerable. Sin embargo, hoy en día con el avance de las comunicaciones, es poco probable que caiga un pez gordo en un retén, pues es común que se les dé el pitazo de en dónde hay un retén.
Constantemente aparecen en las redes sociales videos en donde se miran policías impidiendo que los graben las personas que están presenciando lo que están haciendo; incluso, se han dado casos en que se ve a policías diciéndole a quienes los están filmando que si no saben que está prohibido hacerlo y, aunque quien los graba les pregunta que en dónde dice o qué ley es la que impide que se filme la actuación de los servidores públicos en funciones, muchas de las veces en vez de responder, tratan o arrebatan el teléfono móvil o la cámara con que filman o toman fotos los testigos presenciales del actuar policíaco.
Se entiende que hoy en día, esos teléfonos móviles que porta mucha gente y que tienen cámara fotográfica y de video, así como grabadora de voz, se han convertido en una extensión práctica del cuerpo humano, por lo que al decir los policías que no graben o tomen fotos, sería tanto como si les dijeran a las personas que miran lo que están haciendo los policías que cierren los ojos, que se tapen los oídos y que no digan ni una palabra de lo que están presenciando, algo que por supuesto, es inaceptable mientras no haya una ley que hable al respecto, y más inaceptable aún, porque queda claro que, mientras la gente que observa lo que están haciendo los cuerpos policíacos, no los estorbe en sus funciones.
Pero, ¿por qué se tienen qué molestar los integrantes de las diversas corporaciones policíacas cuando los filman o graban? Es obvio que, bajo ninguna circunstancia se tienen que molestar, pues la gente mira lo que están haciendo y cómo se están conduciendo y, si no se interponen en su trabajo, mucho menos tienen por qué molestarse en lo absoluto; y además, se supone que los policías de cualquiera corporación, cumplen con las leyes que nos rigen y sus reglamentos que, precisamente tienen que estar basados en la Constitución Política, anteponiendo en todo caso las garantías individuales y los derechos humanos de la sociedad, a la que tienen por obligación que proteger y no agredir. Porque por el simple hecho de detener a una persona en la calle nada más con el supuesto de ser sospechosa, ya es en sí una agresión hacia esa persona o por interrumpirle el libre tránsito consagrado en nuestra Carta Magna y decirle que baje de su auto sin mediar una orden judicial y así, ponerse a esculcar tanto al vehículo como a
la persona; esto desde luego, que se podría tomar como una agresión física y a la intimidad de esa persona que es detenida nomás porque sí. Porque se tiene entendido que, al entrar a un vehículo automotriz sin el consentimiento del propietario, se podría considerar como un allanamiento de morada, pues sería algo similar a como si se metieran a su casa sin ninguna orden de cateo.
Se informa constantemente en los medios que se están capacitando a los cuerpos policíacos para que den un mejor servicio en bien de la seguridad; sin embargo, al parecer no los instruyen en que no están por encima de la ciudadanía y más, cuando se les acepta como medio de detención: “resistencia de particulares”, nada más porque se negó a cooperar con una “investigación de rutina” que, por supuesto, también es a todas luces inconstitucional.
Sea pues. Vale.
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