Agradezco a Jesús Carranza Díaz el haberme invitado a comentar su más reciente libro titulado: “Playa Los Ayala. Memorias de mi pueblo”. A continuación compartiré con mis lectores algunas de las palabras que dije en mi intervención en la presentación del mencionado libro la tarde-noche del 1 de abril en el patio central del Museo Regional de Tepic, donde participó también el periodista Rogelio Zúñiga.
Dividí mi participación en dos partes, una dedicada al autor del libro y la otra a la obra en sí. Respecto al autor ofrezco un perfil breve para quienes no lo conocen todavía. Su nombre es Jesús Carranza y es un joven abogado y catedrático de la Universidad del Álica así como un escritor en ciernes que ha acumulado en su haber tres obras publicadas, entre ellas una referida a la musa (Albina Luna) que inspiró “El son de la negra”, una pieza musical que identifica a nuestro país en el mundo y que fue creada por músicos Nayaritas (Los hermanos Lomelí de Santiago Ixcuintla), misma que comenzó como un reportaje periodístico, y que también tuve la fortuna de comentar. El libro de “Los Ayala” es su cuarta publicación y nos dice que tiene terminadas una serie de investigaciones más que seguramente pronto habrá de publicar para seguir con su fecunda carrera de escritor. Huelga añadir que a Jesús Carranza lo conocí cuando ambos fuimos servidores públicos en el gobierno de don Tino Ávila de tan grata memoria, entonces él estudiaba leyes y laboraba como secretario particular del Secretario del Ayuntamiento, licenciado Gilberto Miramontes Correa.
Jesús Carranza es ante todo producto de la cultura del esfuerzo, es alguien que se ha ido ganando un nombre con base en su perseverancia y sus capacidades. Sus conquistas personales como académico y escritor se deben un trabajo asiduo, a su actitud propositiva, responsable y eficiente. Los apoyos que ha ganado con el tiempo y que hoy se reflejan en los patrocinios que logró para publicar este pequeño texto, se deben a las cualidades ya mencionadas que hacen que quien lo conozca confíe en él y lo aprecie. En ese mismo sentido, Jesús ha logrado hacer buenas amistades en todos los lugares que el estudio y el trabajo lo ha llevado, desde sus años mozos en la playa Los Ayala donde empezó muy temprano a trabajar como mesero, lugar en donde lo conoció un hombre culto, el licenciado Víctor Pineda, quien con ojo clínico le vio cualidades intelectuales conminándolo a emigrar a Tepic a continuar sus estudios superiores, consejo que acató y que le ha permitido superarse más allá de conquistar un profesión, hecho en sí encomiable en un país donde muy pocos mexicanos lograr un título universitario.
De esta manera se ha ido forjando la personalidad de Jesús Carranza, conciliando el estudio con el trabajo, luchando para salir adelante, aferrándose a sus convicciones, tocando puertas, demostrando con hechos su valía, ganándose el respeto y la amistad de todos los que los han tratado en el medio académico y los distintos lugares donde ha trabajado. La asistencia a la presentación de su libro de una buena cantidad de personas entre amigos, alumnos, ex alumnos, colegas y otros de Jesús Carranza, así como sus muestras de cariño y compañerismo hacia su persona, son una prueba palpable de lo que ha sembrado con su noble conducta.
En cuanto a su más reciente obra, un opúsculo conciso, claro y ameno donde el objetivo de dar a conocer el pasado y presente de esa bella y joven localidad constituida en un atractivo paraíso turístico, es logrado satisfactoriamente, si bien al principio de su relato le falta precisar algunas afirmaciones como cuando comenta una de las versiones sobre el origen del nombre del lugar “Los Ayala” en alusión a unos supuestos “bandidos que azotaron la zona en la época del cacicazgo” (p. 8), quedando en el aire la fecha o a qué cacicazgo se refiere, así como un error de omisión de palabras en la siguiente página que deja una frase sintácticamente dañada. Fuera de esos leves errores, el libro cumple su propósito dándonos una descripción integral de ese pequeño destino turístico (1 kilómetro de litoral) que cuenta con la infraestructura necesaria de hospedajes y restaurantes para disfrutar el mar, la playa, sus comidas típicas y sus paseos; en contraste con otras playas de esa misma región que son por desgracia inaccesibles al gran público, ya sea porque están enteramente privatizados o porque son muy caros. Los Ayala en cambio, mantiene su carácter popular y la calidez de su población, situación que hace a uno sentirse cómodo y afortunado.
Por lo que nos relata Jesús en su libro, Los Ayala es un lugar que evidentemente ha prosperado pero que no obstante ello conserva ese sabor de pueblo con sus historias y leyendas que le dan una identidad propia. Esto queda de manifiesto cuando el autor da voz a sus habitantes quienes mediante sus testimonios nos transmiten el alma de su pueblo al contarnos sus vidas que sin duda están ligadas a su comunidad, así como de sus leyendas mantenidas en la memoria popular. Las imágenes que acompañan al documento, así como su gastronomía y expresiones culturales, nos permiten un redescubrimiento de un hermoso lugar de nuestras tierras que sin duda es una interesante alternativa de esparcimiento, tanto para quienes somos de Tepic como para visitantes de otros estados, principalmente de quienes viene del vecino estado de Jalisco y localidades aledañas.
Por último debo extender mi reconocimiento a los patrocinadores que apoyaron esta obra de Jesús Carranza porque demostraron no sólo su compromiso con la cultura sino también en la necesidad de dar difusión a destinos turísticos como Los Ayala con lo cual nos beneficiamos todos. Dichos patrocinadores son: Universidad del Álica (campus Tepic), Villas Morena, Bungalows Las Iguanas, Vikingo Real State, Club Filatélico de Nayarit FilNay, Ocfis Arquitectos, Gran Logia del Estado de Nayarit y Juntos con Buenos Pasos A. C.
Posdata: Agradezco aunque en forma un poco tardía, a todas las personas -familiares, amigos, alumnos, colegas y ex alumnos- que me mandaron sus felicitaciones a través del Facebook y otros medios, con motivo de mi cumpleaños la semana pasada.