Al presidente ruso no le dejaron otra opción, más que la de atacar
Sergio Mejía Cano
17 de Marzo de 2022
Ahora con el conflicto entre Rusia y Ucrania, la opinión pública está recibiendo en su mayoría, la información unilateral, porque salvo una que otra información que aparece en las redes sociales, nada más se enfatiza a los rusos como los malos de la película; lo mismo la opinión publicada, en su mayoría, posiblemente tergiversan la información, destacando al gobierno ucraniano como una hermana de la caridad; siendo que, de acuerdo a informaciones prácticamente ocultadas, las desavenencias entre ambos países tienen más de ocho años.
A Rusia se le ha impedido que sus redes informativas salgan más allá de donde lo pueden hacer, pues las han bloqueado de tal manera, para que la mayoría de la gente, en el mundo occidental y otras partes del mundo, vean a Rusia como el agresor e invasor y, como se da en estos casos tergiversados, informar que han atacado hospitales infantiles, barrios populares, masacrado gente inocente, etcétera.
Esto es algo parecido a cuando para justificar los gringos la invasión en el norte del continente americano, en donde masacraron y casi desaparecieron a las etnias autóctonas bajo la frase de que, el mejor indio es el indio muerto, volteándoles la tortilla tachándolos como los malos, crueles, asesinos sin piedad; y más, cuando se comenzó a difundir el llamado séptimo arte, el cine, pues ayudados por las películas de “indios y vaqueros”, se filmaron infinidad de películas en donde los malos siempre eran los nativos; y lo más inaudito: señalándolos como los que arrancaban las cabelleras, siendo que era al contrario, ya que había comerciantes que pagaban por cada cabellera de pelo oscuro que presentaran los güeros. Claro que esto se pudo saber a través de los años y gracias a libros históricos de gente seria que se dio a la tarea de investigar a fondo la realidad de los hechos, y que pusieron de manifiesto que, lo único que hacían los nativos era defender su territorio que les estaba siendo arrebatado.
No por nada, no se me olvida una especie de caricatura en uno de los tantos libros de Eduardo del Río (Rius), en donde se ve a una familia celebrando el día de acción de gracias y, bajo la mesa en donde resalta un pavo listo para ser engullido, se miran infinidad de esqueletos, junto con penachos, plumas, arcos y flechas; dando a entender claramente, cómo se había formado esa nación del norte del continente americano: masacrando a los verdaderos habitantes y dueños de esos extensos territorios.
Muchos de los adultos de hoy en día, quizás recuerden que hasta llegaron a odiar a los llamados indios cuando en una película mataban familias enteras de los aventureros llegados de allende la Mar océano en busca de fortuna, expandiéndose por territorios inhóspitos -para los invasores, pero no para los autóctonos-; y que nos alegrábamos cuando llegaba la caballería a salvar a esas familias que, los crueles e inhumanos salvajes indios, estaban masacrando. ¡Bravo, llegó la caballería! Creyendo muchos de nosotros cuando niños que los de la caballería eran los héroes que salvaban a la gente buena.
Y lo mismo o algo parecido, se llegó a filmar posteriormente películas de invasiones extraterrestres que, pintaban como agresores a los venidos del espacio y, obviamente los salvadores de la humanidad y del mundo, eran los gringos; y aún siguen haciendo de este tipo de películas, dejando ver claramente la obsesión de los gobiernos gringos de que se ven en un espejo, porque los invasores agresivos siempre han sido ellos desde que creció su potencial bélico y, desde luego, aprovechando lo apátrida de gente que se ha prestado para que invadan sus países, aceptando ser títeres de los gringos, sin condolerse del sufrimiento de sus pueblos.
Ahora con este conflicto entre Rusia y Ucrania, sorprende ver y saber de políticos mexicanos que le quieren hacer el caldo gordo a la embajadora de Ucrania en México, de que nuestro país debería enviar armas a Ucrania para su defensa, olvidando estos políticos que nuestro país no es injerencista, que le apuesta a la no intervención y por el arreglo pacífico de las controversias. Una incongruencia total debido a que México no es productor de armas de alto poder, por lo que tendría que endeudarse, precisamente con los gringos al tener que comprarles armas para mandarlas a Ucrania.
A los japoneses, los gringos no les dejaron otra opción más que atacar Pearl Harbor, y se dice que ahora a Vladimir Putin, no le dejaron otra opción más que poner en su lugar al presidente de Ucrania.
Sea pues. Vale.
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