Una forma de expresión muy coloquial; pero entendible
Sergio Mejía Cano
14 de Marzo de 2022
Pues vaya polémica que se ha armado nuevamente, ahora con la expresión escrita del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en su contestación hacia el Parlamento Europeo, específicamente a los eurodiputados, a los que señala como “borregos”, sobre todo a los de España, quienes en sus pronunciamientos, de acuerdo a los publicados en el programa “Los Periodistas, en Sinembargo al aire, con Álvaro Delgado y Alejandro Páez”, en los que, claramente, dejan ver que lo que está en el fondo de este asunto, es precisamente la defensa a las inversiones españolas en México, obvio, las que generan energía eléctrica.
En el diccionario de la Real Academia Española (RAE), en sus acepciones, dice respecto a la palabra prosa que: “1. F. Forma de expresión habitual, oral y escrita, no sujeta a las reglas del verso. 2. F. Aspecto o parte de las cosas que se contrapone al ideal y a la perfección de ellas. 3. F. En la liturgia de la misa, secuencia que en ciertas solemnidades se decía o cantaba después de la aleluya o del tracto. 4. Coloq. Demasía de palabras para decir cosas poco o nada importantes”.
Y, de acuerdo a lo que han expresado varios analistas al respecto, de que diplomáticamente esta forma de expresión por parte de AMLO no ha sido la adecuada, se podría decir que palabras sacan palabras o que a una acción hay por lo regular una reacción; por lo que tal vez, para confirmarles a los eurodiputados que sí es un populista, por eso les escribió de esta forma; pero sin al ánimo de ofenderlos -o quién sabe-, aunque ya se sabe que las palabras cada quien las toma como piensa o es su forma de ser y de interpretar lo que otros dicen. Lo extraño es que no nada más los eurodiputados señalados en el escrito de AMLO se hayan sentido o dado por ofendidos, sino que también algunos mexicanos pusieron el grito en el cielo por la falta de diplomacia en el presidente de la República, algo inaudito y nunca visto en un presidente mexicano, etcétera.
Sin embargo, hay otras voces que dicen estar de acuerdo, pues eso y más merecen los eurodiputados por la injerencia tan abyecta de estos parlamentarios que, tal y como lo señala AMLO, votaron sin estar bien enterados de la realidad de lo que está pasando en México, porque claramente se podría intuir que los asesinatos de periodistas se los están achacando al presidente de México; y no toman en cuenta que, desde principios del siglo XX y desde antes, periodistas mexicanos han sido perseguidos, encarcelados y hasta ejecutados en nuestro país. Y si bien, a lo largo de dicho siglo XX se pudieron haber dado varios atentados contra periodistas, estos no se conocían a nivel nacional como hoy en día en que, gracias a la tecnología, las comunicaciones al instante son cosa ya de todos los días en cuanto a hechos delictivos se refiere. Aunque muchos ciudadanos mexicanos comenzaron a tomar conciencia de los asesinatos y atentados contra periodistas, fue a partir de mayo de 1984, cuando asesinaron al periodista Manuel Buendía, y de ahí pal real, se empezó a tomar en cuenta que práctica y continuamente, del sufrimiento de parte del gremio periodístico, sobre todo de los llamados de a pie o de diversas entidades del país; porque como en todo, hay sus excepciones.
Así que, de acuerdo a lo escrito por AMLO, la expresión coloquial de llamarlos borregos, está bien aplicada; aunque no sean las formas ni los modos diplomáticos, pero escrito para la comprensión de la mayoría de quienes lean o hayan leído este escrito enviado al Parlamento Europeo; y ahora sí, quien lo entendió lo entendió, y el que no, pues que lo analice. Lo hecho, hecho está y ni modo.
Ahora bien: este escrito bien podría llevar otros destinatarios también, y estos son los legisladores mexicanos quienes, a lo largo de la vida política de nuestro país, han seguido la costumbre de nada más levantar la mano -y ahora pulsar un botón electrónico- para votar iniciativas de ley, algunas de ellas, la mayoría, lesivas para la población. He ahí el mentado Fobaproa, las privatizaciones de casi todo lo que antes eran áreas estratégicas para México: ferrocarriles, minas, ingenios azucareros, Pemex, CFE, Sectores de Educación y Salud y un largo etcétera, en donde la mayoría de diputados y senadores votaron a favor sin ver los alcances negativos o si los vieron, les valió queso la Nación Mexicana.
Y si bien se dice que estamos en una democracia representativa, esos representantes populares, ¿toma en cuenta a sus representados a la hora de votar?
Sea pues. Vale.
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