¡Yo soy el jefe, pues yo soy el pueblo!

[PUBLICACIÓN DE HACE UN APANDEMIADO AÑO]

CUARENTENA, PANDEMIA Y APARTE GUERRA.  MARZO DEL 2022


Todos los hombres a través de los siglos han dejado muestras, vestigios, antecedentes, señales, huellas, memorias, marcas y sedimentos de su paso. Abraham, David, Samuel, Teodosio, Empédocles, “Ensártoles”, Tiberio, Cesar, De La Madrid, Fox, Calderón y Peña Nieto. Unos dejaron una mala reputación y los otros peor. 

Si tuviéramos documentos, películas, fotografías de aquellos hombres y las comparamos actualmente, todos acusaron olvido, descuido, amnesia, relajación, preterición e inadvertencia, o sea que pasó lo mismo con aquellos y con los actuales, y me refiero a los hombres públicos o funcionarios. En aquellos tiempos ya habían besamanos, besahuevos, humillados y agachones que solo estaban al mande usted y parece que poco o nada ha cambiado.

Usted amable lector no me dejará mentir que conoció compañeros, amigos, compadres y comadres que antes de tener su "huesito" eran sencillos, amables, respetuosos y hasta atentos. Hoy los vemos escupiendo por un colmillo, no nos conocen, con buenas garras (vestimentas, no garras de vieja como sus esposas), las queridas traen mejores joyas, carros, casas y pasean mejor que la mera “doña” ¿Dónde quedó aquella sencillez y aquella humildad? Pues fíjense amigos que se la tragó esa mendiga silla que se llama "Poder". 

Todos sabemos que el alcohol, el dinero, las nachas, las drogas, etc.; madrean… perdón marean. Pero toda la gente refiere que es por la silla embrujada y es la que más pervierte la voluntad del sujeto. Esa silla debe de ser para tener amigos más adelante, o conservarlos y además sirve para no enseñar el cobre, el níquel, lo corriente y el pedorro ¿Por qué no entenderá el político que esa camioneta, ese gran carro y esa escolta, nosotros la pagamos? ¿Por qué no entienden que si sus hijos de riego, temporal o cabañuelas o accidentales van a colegios y si traen chofer es por nosotros? ¿Por qué no comprenden que los calzones, corbatas, “sacos”, nosotros se las compramos? ¿No se dan cuenta? O se hacen pendejos de que si llevan a su vieja a un restaurant y dan propinas excesivas es con nuestro dinero. Las cuentas de “Lágrimas de Francia” de Coppel, Salinas y Rocha, Aurrera, hoteles y bares, nosotros apoquinamos la luz, mosca y firulilla para que él quede bien. 

¿Qué acaso sus viajes y vacaciones, casetas y regalos no los pagamos nosotros? ¿Porqué esa soberbia y esa ostentación? Las sillas, repito o "rechile", es para servirle a los amigos, para ayudarlos, para conservarlos, sino el día de mañana o pasado con puro desprecio van a pagar sus desatenciones, desdenes, desaires y caras de fuchi que hicieron.  A la vuelta de la esquina está el pago que hicieron durante su trienio o sexenio y varios políticos que fueron caifanes, fatuos y engreídos hasta en su propia casa les van a mentar la madre, se van a reír de ellos, van a notar que su presencia no es grata y apesta.

Los propios compañeros de rateada los van a señalar y hostigar porque pudieron ser amigos del pueblo y lo mandaron a la chin…a comunista. Usted amigo lector no le saque al parche ni al chile, aunque lo vea colorado. 

Pasaron las elecciones y usted conoce a los hombres y mujeres que contendieron, recuerde que van a volver a querer “huesito”, no se equivoque a la hora del voto, que no le tiemble la mano, usted sabe quién es el bueno o la buena, quien merece la silla, quien es servicial, quien es sencillo y quien es generoso. Ánimo Dr. Navarro yo siempre le fui a usted (aunque ganara).

Yo si lo sé. Pero ¿y si la pinche silla los vuelve a embrujar? Ni modo, nuestros impuestos están trabajando y yo le voy al que gane, y que ojalá me considere su amigo.

No es lo mismo: ¡préstenme el piano chicas!, que préstenme el “chicaspiano”. Recuerde también que las frutas podridas nunca caen lejos del árbol, así “haiga” huracanes.