A reventar el hilo por lo más delgado

Se dice comúnmente, y se dice bien, de que el hilo se revienta o lo revientan siempre por lo más delgado. Ahora existe una gran desazón en buena parte de la ciudadanía nayarita debido a un comentario vertido por la presidente municipal de Tepic, Geraldine Ponce, en su página de Facebook, en donde anuncia que se eliminarán por lo menos medio millar de empleos en el H. Ayuntamiento hoy a su cargo. Dicha nota, si bien se documentó en varios medios informativos locales, ya trascendió a nivel nacional, pues también se dio a conocer en La Jornada, mediante su corresponsal Myriam Navarro, el pasado 31 de diciembre del año próximo pasado.

En su nota, Geraldine Ponce comienza haciendo una pregunta: “¿Sabías que en el Ayuntamiento de Tepic existe una nómina sobregirada de casi 5,000 trabajadores, cuando se puede hacer el mismo trabajo con el 60% (o menos) de esa cantidad?”. 

Sobre advertencia no hay engaño, porque desde luego que es muy sabido y que siempre se ha sabido que la nómina burocrática en el estado de Nayarit es muy abultada, debido a que cada fin de trienio municipal y de sexenio estatal, se les dan base a varias personas ya sea por méritos, por palancas y a vece porque ya tienen muchos años haciendo fila para obtener su base; sin embargo, los trabajadores en sí, no tienen ninguna culpa de recibir su base y así asegurar su trabajo cuando ya los defiende alguno de los sindicatos que representan a la burocracia nayarita. Así que esto ya debió saberlo desde luego la presidente municipal hoy en turno, y de que gran cantidad de los ingresos a las arcas municipales se van en pagar nómina.

Añade también la neo presidente municipal de Tepic que “En el 2022, vamos a reducir más de 500 plazas de base, confianza y contrato que equivalen a más de 60 millones de pesos”. Obviamente que esto de dejar sin empleo a esos 500 trabajadores no es el camino más adecuado para ahorrarse esos 60 millones de pesos, sino asear las finanzas haciendo las auditorías correspondientes a las pasadas administraciones municipales y, desde luego, cobrar adeudos a quienes deban; pero no al ciudadano de a pie, sino a los grandes deudores de los que se ha documentado que le deben mucho al municipio. Además, debe de entender la presidente municipal que, precisamente una de las bases más sólidas del estado de Nayarit y por ende del municipio de Tepic, es la burocracia, ya que al no haber una industria creciente y que, aparte de la burocracia, es el comercio lo que más fortalece la economía nayarita (obvio que aparte del campo y la pesca y el turismo), y de que gran parte de la economía depende de los burócratas, sobre todo de la de a pie; de ahí que mucha gente se apegue a los candidatos a puestos de elección popular para que, en caso de que gane su candidato, obtener un empleo y con suerte, al terminar su cargo ese candidato, les dé su base en la burocracia.

Y sigue la nota en Facebook de Geraldine Ponce: “Utilizaremos este ahorro en lo que realmente necesitan los ciudadanos: mejorar la distribución del agua potable, rehabilitar nuestras calles con pavimento o empedrado, y mantenerlas limpias e iluminadas. Entre otras prioridades”. ¿Qué no acaso existe un presupuesto concebido de antemano para todo esto?

Y continúa Geraldine Ponce: “Hace unos momentos, en sesión de Cabildo, aprobamos estas medidas para tener un Presupuesto de Egresos apegado a la realidad, responsable y con sentido social”. Entonces, si bien quiere presentar un presupuesto de egresos responsable, ¿por qué no envía una iniciativa de ley al Congreso Estatal para que los cargos de regidores sean o vuelvan a la idea original de que sean por honorarios y dejen de percibir tan altos salarios los regidores? Esto sí que sería una realidad responsable y un verdadero sentido social, y no dejar en la calle a 500 trabajadores que, para nada tienen por qué pagar por los desvíos presupuestales de antaño.

Y concluye el escrito de la presidente municipal de Tepic diciendo: “Tú pediste un gobierno austero que transformara Tepic. Este Presupuesto es un paso más para seguir construyendo la Ciudad que Sonríe”.

¿Qué acaso no sabe la señorita Geraldine Ponce que la austeridad no significa precisamente dejar sin empleo los trabajadores? ¿No ha oído eso de que las escaleras se barren de arriba hacia abajo y no al revés? ¿Por qué no comienza por reducir su salario, así como el de todo su Gabinete; reducir el número de sus asesores y demás personal allegado? Esto sí que sería austeridad republicana.

Sea pues. Vale.