Cómo apoderarse de la izquierda
Sergio Mejía Cano
21 de Diciembre de 2021
Comúnmente se dice que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es el emblema en México de la izquierda; sin embargo, ¿en realidad es de izquierda Cuauhtémoc Cárdenas? ¿En verdad representa Cárdenas Solórzano a la izquierda de nuestro país? ¿Podría un priista cambiar de ideología de la noche a la mañana?
Y sería poco probable que cualquier priista que haya cambiado de partidos político o de camiseta se asuma ahora como de ideología izquierdista y menos, si saboreó las mieles y prebendas que tanto les dio el otrora partido aplanadora: el PRI.
Algunos mexicanos de ambos sexos, se creen el cuento de que el actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es de izquierda; pero su actuar, si bien lo podrían colocar en cierta medida como un izquierdista moderado, en realidad, ha actuado con prudencia tal vez sabedor de que, si en verdad actuara como un verdadero ente de izquierda, los intereses creados durante los últimos seis sexenios, además de que los gringos, no le permitirían o mejor dicho, no le permiten actuar como un ente izquierdista cancelando de tajo todos los contratos otorgados con tanta facilidad a la Iniciativa Privada, tanto nacional como extranjera, estatizando de nueva cuenta todas las empresas antes consideradas como estratégicas para la Nación Mexicana; pues una verdadera ideología de izquierda que se precie de serlo en realidad, si bien en ciertos casos podría aceptar la economía mixta, y esto por la cercanía con los Estados Unidos de Norteamérica; pero la ideología en sí, es que todo pertenezca al Estado.
Existe la posibilidad de que, en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, al ver que un año antes de que concluyera el sexenio anterior de José López Portillo, específicamente en el año de 1981 se le había dado reconocimiento a la verdadera izquierda que, se había aglutinando en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), en donde sobresalía entre los demás partidos otrora considerados prácticamente clandestinos, el Partido Comunista, y al ver Miguel de la Madrid que, tanto el ingeniero Heberto Castillo Martínez, así como doña Rosario Ibarra de Piedra y otros entes de izquierda estaban jalando cada día más adeptos, se llevó a cabo una junta en lo alto de la política mexicana para idear un plan para tratar de contener el avance de una izquierda que cada día aglutinaba más y más seguidores, por lo que se dedujo que lo mejor sería organizar una diáspora priista para apoderarse de esa izquierda y así poder controlarla a tiempo, antes de que se saliera de cauce y que apabullara sin retorno al sistema que permitía manejar a la población a su antojo.
De ahí que los institucionales Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, así como quiénes se prestaron y los siguieron con la orden de despotricar contra el mismo presidente De la Madrid y sus políticas empleadas, supuestamente se desprendían de su partido nodriza y así, apoderarse de una izquierda siempre relegada y despreciada para que quedara todo en manos de los mismos de siempre, y todo mundo tranquilo.
Sea pues. Vale.
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