El culpable de la inflación es el gobierno gringo, no el mexicano

La economía política vulgar que usa la burguesía plantea que la inflación es un asunto de costos de producción. Sin embargo, la elevación de los costos de producción es una consecuencia directa de la inflación de precios a consecuencia de una devaluación del papel moneda. Y aquí está precisamente el problema mundial, para no echarle la culpa a ningún gobierno distinto al de Estados Unidos.

Resulta que el papel moneda no vale en si mismo el valor nominal que se expresa en él. Lo que pasa, es que la moneda, al igual que los plásticos bancarios, cumplen la función de ser medios de circulación de mercancías. Pero, la moneda representa un valor que está respaldado por reservas acumuladas de oro, de metales preciosos en general, de yacimientos de productos no renovables como el petróleo, el litio, el oro mismo, etc. Por lo tanto, existe una relación estable entre la moneda circulante o producida y las reservas de ellas. Cuando se produce más moneda de la cantidad anterior sin el incremento del respaldo, entonces la moneda pierde su valor, esto es, cambia la relación parra con mayor moneda representar el valor de las reservas. En otras palabras, se necesitan más dólares para representar el valor de antes. En esto consiste la devaluación de la moneda, o más precisamente, la devaluación del dólar. Hasta aquí pudiera pensarse que es un problema de la Unión Americana. Sin embargo, la devaluación del dólar norteamericano impacta de manera directa a sistema monetario mundial por dos razones fundamentales. Uno, por ser USA la potencia financiera que domina al mundo, y dos, por ser el dólar norteamericano, reserva de todas o casi todas las reservas monetarias de los países de la tierra. Por lo tanto, al bajar el valor de las reservas monetarias de los demás países, bajan o se devalúan sus respectivas monedas nacionales. 

EEUU estuvo produciendo demasiados dólares para satisfacer sus necesidades presupuestales y compromisos internacionales. Hubo una sobreproducción de dólares sin el consecuente aumento de sus reservas. Por eso la devaluación del dólar y el consiguiente aumento en los costos de producción. Por lo tanto, la inflación de precios no es un asunto de costos de producción. Sin embargo, la clase capitalista se beneficia de la devaluación de las monedas porque como de manera natural aumentan el precio de los productos, piden a sus gobiernos nacionales, como se hace en USA, que los gobiernos les proporcionen suministros a bajo costo para bajar un poco los precios al consumidor. La verdad es que con la transferencia de capital que hacen los gobiernos, los capitalistas obtienen ganancias extraordinarias, esto es, más ganancias que el nivel anterior. 

La única medida viable para no soportar la inflación del dólar y que la inflación de precios no castigue a los mexicanos es que las reservas monetarias dejen de ser en dólares o en cualquier otra divisa. Sin embargo, eso no lo vamos a conseguir porque el sistema financiero internacional dominado por USA obligó al gobierno mexicano a no producir pesos mexicanos y a tener una reserva monetaria en dólares. Y la nueva gobernadora del Banco de México se comprometió a no tocar ni con el pétalo de una rosa a las reservas. En fin