La clara disyuntiva de los priistas de hoy en día
Sergio Mejía Cano
15 de Octubre de 2021
Circula en las redes sociales un meme que reza más o menos así: “A ver si entendí, la electricidad no deja de subir en España, la que está en manos de empresas privadas españolas, y los panistas aquí en México, nos dicen que lo mejor sería dejar el suministro de electricidad de los mexicanos a esas mismas empresas españolas. Entonces, ¿los panistas están pen-tontos o qué?
Pero no nada más algunos o todos los integrantes del PAN están en contra de la reforma eléctrica que está promoviendo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sino también miembros del PRD y los del PRI, se dice que están sopesando la posibilidad, debido a la sentencia que les lanzó AMLO en caso de votar en contra de esta iniciativa de reforma, respecto a que se desenmascaren por completo ante los mexicanos de ambos sexos, poniendo en claro que para nada les interesa el bienestar de la mayoría de la población, ya desde hace muchos años en que se desfasó el PRI dejando de lado sus postulados emanados de una lucha social, de una Revolución que, en aquellos años en que se inició el movimiento para derrocar la dictadura porfirista generó muchas expectativas de que se acabaría la explotación de las clases más menesterosas y vendría un mejor sistema de vida para la mayoría de la población mexicana.
Sin embargo, ha quedado claro que no fue del todo así, pues si bien en el sexenio de don Lázaro Cárdenas del Río se fortaleció la Reforma Agraria y se sentaron las bases para un México mejor, poco a poco todo se fue desvirtuando para que todo quedara igual o peor que antes de esta Revolución; peor, porque ahora el poder había quedado entre los militares y poco a poco se fue cediendo ese poder a los de cuello blanco, es decir, los civiles y, es bueno reconocer que, sí se hicieron muchas obras, todo sirvió para que surgiera una nueva clase política que dio al traste con todos esos ideales revolucionarios e incluso, los postulados con que inició el ahora desvirtuado PRI, que fue en sus inicios el Partido Nacional Revolucionario (PNR), para posteriormente denominarse como Partido de la Revolución Mexicana (PRM), devengando en lo que quedó y que tuvo sus buenos momentos pero más bien para algunos de sus militantes y sus juniors, que para el pueblo mexicano en sí.
Así que los priistas de hoy en día, están en la disyuntiva de si le siguen el juego a los panistas, quienes también están orinando fuera de la olla de acuerdo a la idea de Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna, entre otros, que, de vivir, posiblemente ya hubieran corrido a patadas a los neo panistas que están también dando al traste con el PAN, lo mismo que han hecho los últimos dirigentes del PRI que, ahora también al igual que los del PRD, han dado muestras claras de estar en contra de la población mexicana, inclinándose en favorecer a la oligarquía tanto nacional como extranjera.
Es extraño que, por ejemplo, don Jesús Zambrano Grijalva, quien se dice que fue luchador social y supuestamente ser de pensamiento liberal e izquierdista, ahora sea todo lo contrario a lo que él mismos decía ser; pero queda claro que no es que haya cambiado, sino que simple y sencillamente se desenmascaró y, ahora, abiertamente muestra sus cartas en favor de la burguesía; aunque eso sí, tal y como señalan algunos analistas respecto a los Chuchos perredistas, de que posiblemente le hayan agarrado los dedos de una puerta muy pesada al señor Zambrano Grijalva y lo tengan bien agarrado de salva sea la parte para que haga y diga lo que se le ordena cada vez que habla o vota por alguna decisión. De Jesús Ortega. Y del otro Chucho, Jesús Ortega Martínez, pues qué se podría decir pues, aunque se auto nombre como izquierdista, su largo actuar en la política deja mucho que desear, ya que siempre se ha visto como un acomodaticio, más que un verdadero ente de izquierda, porque incluso, tal y como estos Chuchos, Zambrano Grijalva como Ortega Martínez, queda claro que fueron los artífices para desbaratar al PRD, dejándolo en la caricatura de partido político en que quedó hoy en día.
Lo que sí es un hecho claro y contundente es que el desaparecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) era una consigna que se fortaleció en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, pues no por nada desapareció primeramente la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC), para ir abriendo el camino de entregar la electricidad a las empresas extranjeras; pero como se ha dicho: no les alcanzó el tiempo, porque llegó AMLO y tan, tan.
Sea pues. Vale.
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