No se está en contra de los investigadores, sino contra la corrupción

Cuando se comenzaron a dar a conocer las denuncias en contra del sacerdote mexicano, originario de Cotija, Michoacán, Marcial Maciel Degollado, varios sectores de la sociedad pusieron el grito en el cielo, rasgándose las vestiduras diciendo que eso era una blasfemia en contra de un servidor religioso que casi era un santo, que no se deberían de permitir esos infundios y difamaciones en contra de este sacerdote, ejemplo de muchos otros, y menos trasmitir esas denuncias en televisión abierta y otros varios medios de noticias de todo tipo.

Sin embargo, la cosa era que nada más se buscara el hilo, para después encontrar la hebra conducente a que todo lo que se decía respecto a este sacerdote respecto a abusos sexuales en contra de niños, principalmente, pues se destapó una cloaca que dio valor a otros agraviados que denunciaron, ya una vez abiertas las investigaciones, de que también habían sido víctimas de Marcial Maciel, en muchos aspectos de su vida.

Y no nada más se dieron denuncias sobre abusos sexuales a infantes de este michoacano, sino que hasta se documentó que tenía hijos biológicos a los que presumiblemente había violado también cuando niños.

Cuando ya era un hecho contundente de la veracidad de todas estas denuncias, quienes se habían indignado al principio por estas acusaciones, después guardaron silencio y, sin decir esta boca es mía, se quedaron callados para no volver a opinar ya más.

Y algo parecido podría estar pasando hoy en día en que se acusaron a 31 científicos de malversación de fondos en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), pues han surgido infinidad de personas alegando que es una infamia que se acuse y hasta persiga a estos científicos, que es un ataque a la institución; pero más, a estas personas que han dedicado su vida a la ciencia y a la tecnología. Entre esta gente que se dice ofendida por el agravio cometido en contra de los científicos señalados por la Fiscalía General de la República (FGR), hay periodistas, comunicadores, intelectuales y toda una gama de diversos sectores de la sociedad que, al igual como cuando el affaire Marcial Maciel, atacan a las autoridades correspondientes e inclusive al actual Gobierno Federal, de ser más que nada una persecución, una posible venganza o ya en última instancia, un distractor para desviar la atención sobre otras cosas más importantes.

Sin embargo, el problema estriba en que estos científicos de ambos sexos señalados por la FGR, conformaron una asociación civil independiente, un Foro Consultivo Científico y Tecnológico que, aprovecharon recursos públicos para sus propios gastos personales e incluso, para comprar un inmueble en Coyoacán, en la Ciudad de México.

Entonces, si hasta el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha inmiscuido en este asunto, y hasta señalando en qué se gastaron mínimo 471 millones de pesos de presupuesto otorgado al CONACYT, como comidas suntuosas en los mejores restaurantes, telefonía personal, viajes y, desde luego, la compra de un inmueble para sus propios propósitos, quiere o querrá decir que algo más hay de fondo y de que no se trata nada más de puro ruido mediático; porque tal y como el mismo AMLO ha dicho, de que no se están persiguiendo a los científicos en sí por serlo, sino la corrupción que ha estado saltando a la vista de acuerdo a las investigaciones pertinentes.

No por nada, AMLO tendría que hacer estos señalamientos públicamente si no tuviera la base para decirlos, no es probable que lo haya dicho nada más porque alguien más se lo dijo como mitote, no, sino que para hacer público en qué se gastaban el dinero público estos investigadores, fue o podría ser porque ya está todo bien documentado, y por lo mismo, no podría ser nada más un montaje para ponerle un tropezón a AMO y hacerlo quedar mal por la posibilidad de que nada de lo que afirma sea cierto, ya que en estas cuestiones de petardos ruidosos, AMLO tiene mucho colmillo al respecto, por lo que no se puede dar el lujo de dejarse embaucar así como así; por lo que lo más probable es que de todo y más de lo que se está acusando a estos científicos sea cierto y no nada más un farol para hacer ruido mediático.

Bien dice AMLO de que el que nada debe nada debe temer, y que no están en contra de los investigadores, sino en contra de la corrupción, de que se aclare cómo se gastaron un dinero que estaba dedicado a la ciencia y la tecnología y no para pasear y comer a todo lujo y comprar un inmueble para uso particular.

Sea pues. Vale.