El famoso artículo 33 constitucional
Sergio Mejía Cano
07 de Septiembre de 2021
En su conferencia matutina de ayer lunes 06 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dijo abiertamente que en su gobierno no se aplicará jamás el artículo 33 constitucional; y si bien, muchos esperábamos que le pusiera un ¡hasta aquí!, al dirigente del partido español, “VOX”, Santiago Abascal, por inmiscuirse en asuntos de la política mexicana, fue al contrario, porque hasta se podría decir que le dio la bienvenida, tanto a su persona como a su forma de pensar, así haya despotricado en contra, precisamente de la política de AMLO.
Aunque en sí, reconoció que el señor Abascal representa a un sector racista y clasista, pero afirmó que tiene derecho a expresar su forma de pensar e invitó a los mexicanos que tienen este mismo pensamiento, pero que no salen del closet, a que se desenmascaren y expresen abiertamente su forma de pensar, pues están en todo su derecho de manifestación y expresión.
Sin embargo, las expresiones que tuvo el señor Abascal en cuanto a la política mexicana que ha emprendido AMLO, que las dijera un mexicano, pues estaría bien por ejercer su derecho libremente; pero que las diga un extranjero y hasta en el recinto del Senado de la República, pues claro que no está nada bien. De ahí que muchos mexicanos de ambos sexos, esperábamos que, aplicando las facultades que le confiere la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos al Presidente de la República en turno, le aplicara a Santiago Abascal el famoso artículo 33 constitucional por haberse inmiscuido en asuntos de la política mexicana.
Dicho artículo 33 dice en su segundo párrafo que: “Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”. ¡De ninguna manera!, por lo que queda claro que AMLO debió de inmediato mandar a expulsar del país al señor Abascal. Y esto, porque al tomar posesión de su cargo, de acuerdo al artículo 87 constitucional, señala que todo presidente de México protesta guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen (…), y si así no lo hiciere, que la Nación se lo demande. Y en este caso, AMLO tendría que haber aplicado de inmediato el artículo 33; porque esta flexibilidad que ha estado mostrando el presidente de México, podría hacer desbordar, permitiendo que otros extranjeros se manifiesten abiertamente en nuestro país, sin tenerlo permitido. Un claro ejemplo de lo que podría generar esta flexibilidad mostrada por AMLO, es que, por ejemplo, algunas Iglesias, sobre todo la católica, cada día se abre más de capa inmiscuyéndose en asuntos de política que en ninguna forma le corresponde, de acuerdo con la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público”, la que por lo que se ve, algunas de las Iglesias en México no toman en cuenta. La jerarquía católica en México, se ha excedido varias veces en su publicación que edita semanalmente que se denomina “Desde la Fe”, y ahora con el problema de la despenalización del aborto, que está en manos la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la Iglesia Católica les pide, les sugiere y hasta les exige a los ministros de la SCJN, a que no despenalicen el aborto. Sin embargo, lo bueno es que todo indica que la penalización de abortar, la Corte la considerará en adelante como inconstitucional, porque no se puede mandar a la clandestinidad y a la insalubridad, a todas aquellas mujeres que, de acuerdo a su propia decisión, decidan abortar por mutuo propio.
Está bien que AMLO quiera mostrase blando en este aspecto de soportar a un extranjero que lo denigra y ofende; pero también está obligado a cumplir con nuestra Carta Magna que protestó guardar y hacer guardar y, debería de tomar en cuenta, aquel momento crucial en que se vio don Benito Juárez que, por cierto, es muy admirado por AMLO, cuando el entonces vicepresidente Sebastián Lerdo de Tejada lo vio titubear si fusilaba a Maximiliano de Habsburgo o no, junto con Miguel Miramón y Tomás Mejía, le dijo a Juárez: “ahora o nunca señor presidente”, y según lo documentado históricamente, esto dio pie como advertencia a otras naciones, lo que podría conllevar en cuanto a intervenciones extranjeras en países del continente americano.
Así que con esta decisión de AMLO de no proceder como debiera en contra de este oscuro personaje español y antediluviano, Santiago Abascal, tal vez se perdió una oportunidad preciosa en cuanto a hacerles ver a otros extranjeros, que no pueden intervenir abiertamente en los asuntos políticos de México.
Sea pues. Vale.
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