Resurgió la clase media en nuestro país
Sergio Mejía Cano
15 de Junio de 2021
Entre varios camaradas y conocidos nos hicimos la misma pregunta de que a cuál clase media se había referido el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues según algunos analistas, cierta vez habían afirmado anteriormente que en nuestro país la clase media había desaparecido en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, con aquel famoso “crack del 87” y por invertir su dinero a plazos infinidad de mexicanos, cuando los bancos daban un mil pesos por cada millón invertido a tres, seis y hasta un año.
Sí, millones, porque hubo una época en los años 80 del siglo pasado y hasta 1993, en que los mexicanos fuimos millonarios debido a la inflación galopante que se había generado en estos años y que los miles se convirtieron en millones; aunque obviamente, el valor adquisitivo de esos millones era el mismo de siempre.
Así que muchos mexicanos, en aquella época se deshicieron de casas y vehículos para invertir el dinero adquirido con esas ventas, pues hubo mucha gente que decía que ya con el dinero que tenían a plazos y con lo que les remuneraba su inversión, posiblemente ya no volverían a trabajar, y que cuando la roncha se hiciera lo suficientemente grande, volverían a adquirir más viviendas y vehículos de los que se habían desprendido para la inversión a plazo.
Algo similar ocurrió con la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que comenzó a dar grandes dividendos por la compra-venta de acciones de diversas empresas que supuestamente estaban cotizando grandiosamente en dicha Bolsa. Aunque en este caso, los inversionistas era gente con un poder adquisitivo más pudiente que mucha de la gente que invertía a plazo en los bancos de ese entonces y, desde luego, de personas que conocían de cómo trabajaba la BMV.
Mi hermano Javier, mayor que yo, se codeaba con ejecutivos de una empresa llantera del Corredor Industrial de El Salto, en Jalisco, y esos ejecutivos le sugerían a mi hermano que invirtiera sus ahorros en la BMV, que no se iba a arrepentir, que ya muchos de ellos y de otras empresas lo estaban haciendo, pues las noticias del “boom de la Bolsa” era noticia de todos los días. Sin embargo, mi hermano les dio las gracias por la sugerencia diciéndoles que algo no andaba bien en ese repunte bursátil. Los conocidos de mi hermano le hicieron ver que con ese pensamiento no iba a pasar nunca de perico-perro, pues su mediocridad no lo hacía ver hacia adelante. Pero como a mi hermano le gustaba leer temas al respecto, les dijo a sus conocidos que tuvieran cuidado, porque nuestro país no estaba exportando prácticamente nada, que no había nada claro del porqué la BMV estuviera repuntando de tal manera y además, atrayendo en forma tan alarmante a muchos inversionistas.
Y que viene la debacle bursátil en el otoño de 1987, que hizo quebrar a infinidad de gente que había invertido en la BMV dejándola literalmente en la calle; tan así perjudicó a tantas personas ese crack bursátil, que se documentó en su momento que algunos de los inversionistas al comprobar el quiebre financiero, hasta perdieron la razón; se dijo que hubo hasta suicidios de gente desesperada al ver desaparecer su dinero de la noche a la mañana.
Con los inversionistas a plazo fijo en los bancos la cosa fue un poco más gradual, pero también cuando se dejó de dar los un mil pesos por millón, ya mucha gente que había dejado su dinero para que siguiera reinvirtiéndose, vio con desesperación que su dinero se esfumaba y, como estaba a plazo, no lo pudieron recuperar hasta que se venció el plazo, pero su dinero ya no valía lo mismo, por lo que ya no pudieron adquirir casa ni vehículos a como estaban acostumbrados anteriormente.
De ahí que algunos analistas dijeran que se había acabado la clase media y media alta, precisamente porque fue orillada a la quiebra mediante alguna argucia planeada muy meticulosamente para hacerse del dinero de miles de mexicanos que creyeron que ya la habían hecho gacha con tan solo invertir su dinero a plazo, y no nada más el dinero de sus ahorros invertido, sino el que habían adquirido con la venta de sus muebles e inmuebles.
Obvio que en sí, la clase media no desapareció como tal, pues con los años hubo un repunte de personas que volvieron a tener un modo de vida ya no de pobres, tal y como habían dicho los analistas de que después del 87, en México había ricos, pobres y pobres extremos, pero no clase media; una clase media que surgió más entre quienes se dedicaron al comercio informal, que a los que lo pudieron hacer por el medio formal.
Sea pues. Vale.
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