Sergio Mejía Cano
08 de Junio de 2021
Hay una frase que se utiliza entre algunos sectores de la sociedad, cuando se trata de hacer mofa de los homosexuales varones que, obviamente por ser sucia y de mal gusto, no la cito aquí; pero pareciera que ahora la está aplicando la oposición después de las elecciones del domingo al estar señalando enfáticamente que si bien Morena ganó más de las gubernaturas esperadas, perdió escaños en la Cámara de Diputados.
Y más aún, tanto en algunos medios de circulación nacional como algunos miembros de partidos políticos que no fueron favorecidos por el voto popular y, desde luego en medios televisivos, sentenciosamente afirman que Morena perdió la mayoría absoluta en dicha Cámara baja; sin embargo, el mismo Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador (AMLO), señaló en su conferencia matutina de ayer lunes de que la mayoría absoluta no existe, que nunca ha existido y que nadie la ha tenido oficialmente en ninguna de las dos Cámaras; que lo que Morena ha tenido y seguirá teniendo a pesar de haber perdido escaños ahora en estas pasadas elecciones y que tanto están cacareando sus opositores, es la mayoría simple, y que con eso es más que suficiente para aprobar los presupuestos, no así reformas constitucionales en donde sí se requiere una mayoría calificada; porque la mayoría simple significa tener el 50 por ciento más uno, y para la calificada se requieren tres terceras partes; así que con posibles alianzas con otros partidos podrían obtener en determinado caso y de requerirse, una mayoría calificada.
Y desde luego que no sorprende que algunos medios tanto nacionales como locales, así como varios portales de internet no quiten el dedo del renglón de que Morena perdió escaños en la Cámara Baja; sin embargo, lo curioso es que no hablen del estruendoso fracaso de la alianza “Va por México” que, si bien obtuvo algunos triunfos pírricos, los partidos coaligados en esta alianza obtuvieron muy pocos votos y, claramente se ve en los resultados que el partido más beneficiado de esta aberrante alianza ha sido el Partido Acción Nacional (PAN).
Y de acuerdo a varios analistas, la derrota prácticamente contundente que sufrió “Va por México” que en las entidades del país se le cambió la palabra México por el nombre del estado a competir, estaba anunciada de antemano precisamente por aliarse partidos políticos muy disímbolos entre sí –aparentemente-, porque se entiende que entre muchos de los militantes de estos partidos no apechugaron de bien a bien la imposición de los candidatos a competir por ser una vil mezcolanza de candidatos híbridos sin ninguna ideología firme, y que se limitaron a seguir instrucciones de arriba para salirse de su partido nodriza e irse a otro para seguir una estrategia supuestamente bien estudiada, pero que ahora ha quedado claro que no les funcionó dicha estrategia en lo absoluto. Y además, porque a muchos militantes de dichos partidos coaligados en “Va por México” no les cayó nada bien que los dirigentes de sus partidos estuvieran al mande usted de la burguesía mexicana encabezada la fórmula de va por México por un personaje muy evidenciado y quemado ante la mayoría de los mexicanos: Claudio X González, y todo, porque posiblemente aún con una pizca de lucidez, algunos militantes de los partidos aliados en Va por México, vieron y comprendieron claramente que lo único que busca es su propio beneficio; y posiblemente en un atisbo de patriotismo, intuyeron que nada bueno podría ser que Claudio X González y su grupo estén recibiendo apoyo de un gobierno extranjero para tratar de desestabilizar en lo que se pueda a un gobierno legalmente constituido como es el que ahora rige en nuestro país.
¿Y por qué no funcionó la estrategia adoptada por PAN, PRI y PRD?, pues precisamente por la imposición de candidatos con una larga cola de anomalías en sus anteriores cargos o los que dejaron bajo licencia para competir a ver si era chicle y pegaba; candidatos y candidatas que más bien funcionaron como un lastre tanto para la misma alianza, los partidos coaligados en forma particular, y desde luego para infinidad de militantes, y más para los que ya se sentían con el derecho a que la Revolución les hiciera justicia y que vieron, con tristeza y frustración tal vez, que les imponían a candidatos advenedizos de otros partidos que los desplazaron fácilmente solo para seguir los dictados de mentes perversas que, podrían ser como mentes que desmantelan y liquidan partidos políticos en peligro de extinción.
Sea pues. Vale.