Una plaza para llorar

La Plaza Principal de Tepic, frente a Catedral, presenta un estado por demás deplorable; no muestra dignidad para los habitantes de la capital nayarita ni mucho menos para quienes nos visitan de otras latitudes. Si bien se dice que es por estar cambiando el alumbrado, no se ve que los trabajos avancen tal y como lo merece una plaza pública que es precisamente la principal del estado.

Si de por sí que ya tiene mucho tiempo que se muestra muy deteriorada esta plaza y no precisamente por estar siendo remodelada, sino por haber sido abandonada tanto en sus bancas como en su piso que ya sobrepasó el deterioro del tiempo por no haber recibido el mantenimiento adecuado ni tan siquiera una manita de gato.

Ya va para más de quince días que se muestran las zanjas por donde ha sido y está siendo introducido el cableado para el cambio de luminarias –y también dos miércoles sin baile, dijeran los habituales baladores-, zanjas que podrían ocasionar algún accidente sobre todo en las personas de la tercera edad que podrían tropezar ahí o con alguno de los muchos ladrillos o adoquines que están sueltos por doquier debido a estos trabajos.

Se están renovando las lámparas del alumbrado placero sustituyendo a las anteriores que en realidad no tenían mucho tiempo de haber sido renovadas; ahora será al parecer una sola lámpara en cada poste en lugar de dos o tres que sostenían antes. Ya encienden la mayoría de estas nuevas lámparas; sin embargo, las zanjas siguen sin ser cubiertas nuevamente sobre todo en donde ya están concluidos los trabajos. Ahí están las zanjas sin ser tapadas, a menos que vayan a cambiar todo el adoquín y tal vez por eso no se cubre ya de una vez; pero los trabajos se están demorando bastante, ¿por qué?

Según varios de los habituales concurrentes, los trabajos los están haciendo empleados del municipio, aunque otras personas dicen que están a cargo de un contratista que alguna vez le quedó mal a Polo Domínguez cuando éste fungía como presidente municipal; sin embargo, por mayoría ganó el rumor de que son trabajadores del municipio por la forma en que trabajan, ya que no le echan ganas, tal y como esos albañiles que cobran por día y se la pasan campechanamente pues al fin y al cabo de todos modos están ganando.

Dicen las personas que se han fijado en cómo trabajan dichos empleados que comienzan a llegar a eso de las 08:00 y hacen como que escarban, como que colocan un ladrillo para luego quitarlo y ponerlo en otro lugar. Los testigos señalan que a eso de las 10:00 horas sacan su rancho y se ponen a engullir sus sagrados alimentos para posteriormente hacer la consabida sobremesa, su buen tabaco después de un buen taco y ponerse a hacer lo mismo: hacer como que trabajan, según quienes los han visto. Y a eso de las 13:00 horas comienzan a recoger sus enseres, a guardarlos y se empiezan a retirar; y así es cada día. De ahí que pareciera que los trabajos siguieran como al principio. ¿Y si fueran parte de algún contratista? Pues peor aún.

Y a propósito de contratista, hará cosa de cómo dos meses y medio más o menos, que se hizo un trabajo similar en las afueras de conocido hotel que se encuentra por la calle Lerdo y avenida México. Se hizo una zanja a lo largo del hotel por la calle Lerdo precisamente para introducir un cableado necesario para reforzar la electrónica de dicho hotel; y a los dos días ya estaba concluido el trabajo, tapada la zanja y dejada la zona como si no hubiera pasado nada.

No es comparación ni mucho menos, pero ¿por qué no se ha hecho lo mismo en la plaza que está enfrente de este hotel? Es decir, ir cubriendo las zanjas en donde ya están colocadas las mangueras que llevan el cable y todo lo demás; claro que tal vez y como se dice líneas arriba, a la mejor ya se va a cambiar todo el adoquín de la plaza y por eso no se han vuelto a colocar los que se tuvieron que levantar para meter el cableado; y no nada más colocar ya sea el mismo o nuevo adoquín, sino nivelar todo el piso de esta plaza que por ahora y ya desde hace mucho tiempo está para llorar y para nada que es un orgullo que así la vean quienes nos visitan.

Desde siempre se ha hablado que hay personal en el municipio que no desquita lo que gana, sobre todo en el departamento de Obras Públicas, pues bien, he ahí un motivo para ponerlos a hacer algo: quitar o colocar los adoquines en la Plaza Principal una vez que se haya nivelado el piso para que quede en calidad de que se pueda bailar muy a gusto y sin trastabillar al caer en un desnivel.

Sea pues. Vale.