El Torito como candidato del PRI es derrota garantizada

La reflexión incesante conduce a preguntar: ¿Qué pasa en el Ayuntamiento de Tepic? Creo que los constantes conflictos laborales con sindicalizados debe provocar el análisis a profundidad de todos quienes legalmente componen la entidad municipal. Integrantes del Cabildo como funcionarios deben reconsiderar si es eficiente su desempeño en el cargo que les fue conferido, unos a través del voto, otros por designación.

El pensamiento se centra con atención además en la idea de que falta capacidad al presidente municipal, Héctor González Curiel, motejado por sus allegados como “El Torito”, como cabeza de organización, para dirigir administrativa y políticamente la entidad municipal. O bien, ha centralizado en demasía el poder que no se deja ayudar a gobernar. En este tema pareciera que los regidores, más de una docena, se han dedicado a cobrar emolumentos en vez de aportar conocimientos que contribuyan a la gobernabilidad y de igual manera participar con ideas al funcionamiento de un moderno ayuntamiento, acorde a las necesidades de nuestro tiempo.

Sin límite se ha desatado la especulación, alucinación extrema al grado de predecir la  declaración de quiebra financiera del ayuntamiento, entre otras lindezas. Entre estas últimas se dice a sotto voce que Roberto Sandoval Castañeda, como presidente municipal de Tepic (2008-2011), es el verdadero causante del penar financiero de la institución, cuyo coletazo hoy reciente “El Torito”.

Pero será acaso el problema vertebral la escasez de dinero en las arcas municipales. Ello ha llevado a muchos hurgar en antecedentes. Con la mala fama de pésimo administrador, se recorre el tiempo hasta el gobierno municipal en Tepic de Ney Manuel González Sánchez (2002-2005), quien aparentó rendir cuentas, pero en realidad dejó deuda pública ¿El monto? Se desconoce. La opacidad es el símbolo mayor en las administraciones de priistas. Vino entonces el periodo de Manuel Humberto Cota Jiménez, también con sobredeuda. Enseguida Roberto Sandoval Castañeda, quien hoy como gobernador de Nayarit admite haber dejado una deuda de cuando menos 600 millones de pesos.

Pero la pésima manera en que han sido administrados los municipios no es de la era moderna, deviene de muchos años. Tampoco es privativo de Tepic, ni de los veinte de Nayarit, sino de la mayoría de los casi dos mil quinientos municipios del país, sólo que hoy se ha recrudecido.

Al respecto, Miguel Carbonell comenta: “Un caso igualmente grave, e igualmente impune, es el del irresponsable endeudamiento con que muchos presidentes municipales dejan a sus municipios. Se endeudan sin límite pensando que la próxima administración se hará cargo. Hay docenas de casos en México con municipios a punto de quebrar, que tendrán que ser rescatados por el dinero de los ciudadanos, sin que ningún responsable haya sido llamado a cuentas. De nuevo, parece ser que la historia de impunidad se repite”.

Carbonell prosigue: “Los asaltos al patrimonio municipal y los robos impunes por parte de los miembros del cabildo, no han sido algo aislado, sino que se han presentado durante mucho tiempo, a lo largo y ancho del territorio nacional.

“En los últimos años las corporaciones municipales han recibido mucho dinero. Miles y miles de millones de pesos sobre cuyo destino no hay ninguna claridad.

“Los municipios reclaman más y más dinero de los estados y de la Federación, pero no en todos los casos han transparentado su funcionamiento ni han rendido cuentas con la misma determinación.

En el caso del Ayuntamiento de Tepic habrá que indagar entre sus principales funcionarios y regidores respuesta a interrogantes como ¿No se prioriza el gasto, se mal administra? ¿Hay corrupción? ¿Es leonino el convenio de trabajo del municipio con el sindicato de empleados y trabajadores? ¿Es excesivo el número de estos últimos?

La situación no debe continuar así, algo se debe hacer, no es posible que con préstamos a cada paso el gobierno de Nayarit saque del atolladero a la administración municipal que en Tepic preside Héctor González Curiel, quien hasta ahora ha mostrado poca eficiencia en el cargo, muy a pesar que aún como candidato del PRI, a sabiendas de la difícil situación del municipio, dijo que lo asumiría como un reto, le gustan los retos y sabría salir adelante.

A especialista en la materia le preocupa en las administraciones financieras de las entidades municipales, la falta de transparencia y la carencia de planeación a mediano y largo plazo, mientras que Carbonell se pregunta: “hasta cuándo los ciudadanos seguiremos dejando que nos roben enfrente de nuestras narices sin hacer nada, sin elevar la voz, sin pedir rendición de cuentas y transparencia, sin exigir mayores controles frente a la capacidad de endeudamiento de los municipios”. ¿Hasta cuándo?

A casi dos años de administración, el alcalde de Tepic, Héctor González Curiel, ha demostrado supina incapacidad política como administrativa. Y todavía declara que políticamente lo den por muerto, es decir, que no buscará otro cargo de elección popular ¿Y qué esperaba? Ser candidato del PRI sería tanto como una anunciada derrota electoral.

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